(1) [¡Oh, Mujámmad!] Frunciste el ceño y le diste la espalda
(2) al ciego cuando se presentó ante ti.
Referencia a cuando ‘Abdullah Ibn Umm Maktum, que era ciego, interrumpió al Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, que estaba predicando el Islam a los nobles de la tribu de Quraish.
(3) ¿Cómo sabes que no quería purificarse [aprendiendo de ti el conocimiento],
(4) o beneficiarse con tus enseñanzas?
(5) En cambio, al soberbio
(6) le dedicaste toda tu atención.
(7) Pero tú no eres responsable si él rechaza purificarse [de la idolatría, ya que tu obligación solo es transmitir el Mensaje].
(8) En cambio, aquel que se presentó ante ti con deseos [de aprender],
(9) teniendo temor de Dios,
(10) te apartaste de él.
(11) No lo vuelvas a hacer, porque este Mensaje es para toda la humanidad.
(12) Quien quiera, que reflexione y obre acorde a él.
(13) Pues el Mensaje está registrado en páginas honorables,
(14) distinguidas y purificadas,
(15) en manos de [ángeles] encargados de ejecutar las órdenes de Dios,
(16) nobles y obedientes.
(17) El ser humano se destruye a sí mismo con su ingratitud.
(18) ¿Acaso no sabe de qué ha sido creado?
(19) De un óvulo fecundado, que crece en etapas según lo [que Él ha] establecido.
(20) Luego le facilita el camino.
(21) Luego lo hace morir y ser enterrado.
(22) Finalmente lo resucita cuando Él quiere.
(23) Pero a pesar de esto no cumple con los preceptos que se le ordenan.
(24) El ser humano debería reflexionar sobre su alimento:
(25) Hice descender el agua en abundancia,
(26) luego hice que la tierra brotara.
(27) Hice surgir de ella granos,
(28) vides, hierbas,
(29) olivos, palmeras,
(30) huertos frondosos,
(31) frutos y forraje
(32) para beneficio de ustedes y de sus rebaños.
(33) El día que llegue el estruendo terrible [comenzando el fin del mundo],
(34) el ser humano huirá de su hermano,
(35) de su madre y de su padre,
(36) de su esposa y de sus hijos.
(37) Ese día cada uno estará preocupado por sí mismo.
(38) Ese día habrá rostros radiantes,
(39) risueños y felices [por haber alcanzado la salvación].
(40) Pero habrá otros rostros ensombrecidos,
(41) apesadumbrados [por haber merecido la condena al Infierno].
(42) Esos serán los que rechazaron el Mensaje y los transgresores [de la ley].