(1) Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo,
(2) Quien creó todas las cosas a la perfección
(3) y decretó para cada ser su función;
(4) Quien hace brotar la hierba,
(5) y luego la convierte en heno seco.
(6) [¡Oh, Mujámmad!] Haré que recites [el Corán] y no lo olvides.
(7) Salvo que Dios quiera, pues Él conoce lo manifiesto y lo oculto.
(8) Te dirigiré por el camino de la facilidad.
(9) Exhorta [con el Corán], porque el recuerdo es beneficioso.
(10) Quien tenga temor de Dios recapacitará [con tu exhortación],
(11) pero el negador de la verdad la rechazará
(12) y por eso será abrazado por un gran fuego,
(13) donde no podrá morir [para descansar del sufrimiento] ni vivir [sin dolor].
(14) ¡Será de los bienaventurados quien se purifique [de la idolatría y los pecados],
(15) recuerde el nombre de su Señor y cumpla con sus oraciones!
(16) Pero [muchos] prefieren la vida mundanal,
(17) aunque deben saber que la vida del más allá es superior y eterna.
(18) Este Mensaje se encuentra mencionado en las primeras revelaciones,
(19) en las revelaciones recibidas por Abraham y Moisés.