El IslamPresentado a través del Corán y de la tradición profética (⮫)




En el nombre de Dios, el Compasivo con toda la creación, el Misericordioso con los creyentes

 Introducción

Alabado sea Al-láh, lo alabamos, a Él pedimos ayuda y perdón, a Él retornamos arrepentidos y le pedimos refugio contra el mal que encierran nuestras almas y el mal de nuestras obras. Quien es guiado por Al-láh jamás se extraviará y a quien Él extravía jamás encontrará la guía recta. Y atestiguo que no existe dios verdadero excepto Al-láh Quien no tiene asociados, y que Muhámmad es Su siervo y Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

 A continuación

Hoy en día estamos ante la necesidad urgente de un libro breve y preciso que presente la religión del islam en su totalidad, ya sea en lo que respecta a la creencia, el culto, los tratos, la etiqueta, etc. Con este libro, el lector será capaz de formarse una idea clara, completa y total sobre la religión del islam, y el converso encontrará en él una referencia principal para aprender las normas, las etiquetas, los mandatos y las prohibiciones. Y éste se convertirá en un libro al alcance de los divulgadodes del islam quienes podrán traducirlo a otros idiomas y lo darán a los que tienen preguntas sobre el Islam, de modo que quien Al-láh quiera se guiará por eso, y también será un argumento y un mensaje que se establecerán contra la gente de desviación y de extravío.

Antes de comenzar a escribir este libro, es necesario establecer unas normas y reglas que el autor debió acatar para lograr el objetivo principal de este libro, mencionamos las siguientes normas:

Que esta religión se presente a través de los textos del Noble Corán y la Sunnah purificada del Profeta, y no a través de opiniones humanas, y formas verbales de diálogo y persuasión, por varias razones:

a- Al escuchar la palabra de Al-láh -enaltecido sea- (el Corán), y al entender su objetivo se guía a quien Al-láh quiere guiar y se aclara la prueba para el desviado, Al-láh -enaltecido sea- dice: «Y si alguno de los idólatras te pidiera protección, dale asilo para que así recapacite y escuche la Palabra de Dios, luego [si no reflexiona] ayúdalo a alcanzar un lugar seguro... (hasta el final de la aleya)». [El arrepentimiento: 6]. Corán (9: 6). Quizá el establecimiento del argumento y la transmisión del mensaje no se basan en métodos humanos y verbales, afectados por la insuficiencia y defectos.

b- Al-láh nos ordenó transmitir Su religión y la revelación divina tal como fueron reveladas, y no nos ordenó inventar [nuevos] métodos de convencimiento para guiar a las personas y llegar a sus corazones, entonces, ¿por qué nos preocupamos por lo que no se nos ordenó y nos apartamos de lo que nos ordenó?

c- Exosten otros métodos de predicación (Dawah), como hablar extensamente sobre las desviaciones de los oponentes y responder a ellos, ya sea en el campo de las creencias, el culto, la moral, la ética, la economía, o el uso de argumentos intelectuales y racionales, o ya sea hablando de probar la existencia de Al-láh -que Al-láh sea exaltado por encima de lo que dicen los malhechores- o hablando de la distorsión que se encuentra en la Biblia, la Torá y libros de otras religiones, y explicando su insuficiencia e invalidez, Todo esto sirve para ser un punto de entrada para demostrar la desviación en los principios y creencias de los opositores, y también es adecuado para ser un complemento cultural para el musulmán, aunque ignorar esto no le perjudica-,pero no es en absoluto adecuado para ser base y punto de partida para la predicación ni para la invitación a la gente al Islam y al camino de Al-láh.

d- Aquellos que se convierten al Islam por estos métodos ya mencionados no necesariamente tienen que ser verdaderamente musulmanes, ya que uno de ellos puede ingresar a esta religión por admiración por un tema específico del que pudo hablar, y es posible que no crea en otros temas importantes y fundamentales de religión, como alguien que admira, por ejemplo, los beneficios de la economía islámica; pero no cree en el más allá, ni en la existencia de genios y demonios, etc.

Esta categoría de gente es más perjudicial que beneficiosa para el Islam.

e- El Corán tiene influencia poderosa sobre las almas y los corazones, por lo tanto si se dejan las almas descubrir directamente el Corán, seguramente las almas puras responderán y ascenderán a los caminos de fe y de piedad, entonces, ¿por qué intentamos poner un intermedio entre las almas y el Corán?

Que las reacciones, presiones de la realidad y antecedentes previos no interfieren con la presentación de esta religión, sino que se presenta esta religión como fue revelada, siguiendo su método de dirigirse a la gente y graduarlas en los caminos de la rectitud.

Debe ser un libro breve, conciso y con un estilo sencillo, para que sea fácil llevarlo y hacerlo circular entre la gente.

Supongamos que terminamos este trabajo, traducimos este libro e imprimimos diez millones de copias, y llegó al alcance de diez millones de personas, de modo que solo el uno por ciento de ellos creyera en las aleyas coránicas y hadices proféticos contenidos en él, y no creyera en eso y se apartó de él el noventa y nueve por ciento, y este vino a nosotros con amor y temor hacia Al-láh buscando fe y piedad, entonces ¿Sabe usted , mi querido hermano, que este uno por ciento es igual a la conversión de cien mil personas a la religión del Islam? Esto es sin duda un gran logro, y si Al-láh guía a un hombre a través de ti, es mejor para ti que los camellos rojos [es decir del mayor valor].

Más bien, hasta si ninguna de estas personas invitadas creyera, y todos se apartaran de esta religión, entonces en cuanto a nosotros, habríamos cumplido nuestro deber de transmitir el mensaje divino que Al-láh nos había revelado.

Ciertamente y como menciona el Libro Sagrado, la misión de los predicadores no es convencer a la gente para aceptar esta religión, ni empeñarse en guiarlos. "Aunque te empeñaras en guiarlos (¡oh, Muhámmad!, de nada serviría, pues) Al-láh no guía a quienes han merecido el extravío; y estos no tendrán quién los auxilie (del castigo de Al-láh)." Corán (16: 37). Pero su misión principal es la del Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- mencionada en el siguiente versículo coránico: "¡Oh, Mensajero! Comunica [completamente] lo que te ha sido revelado por tu Señor. Si no lo haces, no habrás hecho llegar Su Mensaje. Dios te protegerá de la gente [que intenta impedir que cumplas con tu misión]." Corán (5:67).

Le pedimos a Al-láh - Glorificado y Enaltecido sea- que todos cooperemos en la transmisión de la religión de Al-láh a toda la gente, y que Él nos haga claves para la bondad y nos haga predicadores que llaman a la Verdad defendiéndola y cerrando todos los caminos del mal que se encuentran ante ella, y Al-láh sabe más, y que la paz y las bendiciones de Al-láh sean sobre el Profeta Muhámmad.


 Querido lector:

Este libro, que está en tus manos, te presenta la religión del Islam de una manera simple y precisa que incluye todos sus aspectos: creencias, eticá, legislación y todas sus enseñanzas.

Y he tomado en consideración varios asuntos principales:

Primero: enfocarse en los conceptos básicos de la religión.

Segundo: que sea lo más breve posible.

Tercero: Presentar el Islam a través de sus fuentes originales (el Noble Corán, hadices del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, para que el lector se encuentre directamente con las principales fuentes del Islam y siga su guía y enseñanzas.

El estimado lector, después de llegar al final del libro, encontrará que se ha se formado una idea clara de la religión del Islam, después de lo cual puede aumentar gradualmente el conocimiento sobre esta religión.

Este libro que está en sus manos es interesante para un gran número de personas, ya que se dirige principalmente a aquellos que desean abrazar la religión del Islam y aprender sus creencias, etiquetas y reglas.

También se dirige a aquellos que están interesados en aprender sobre las religiones, especialmente las religiones que abrazan cientos de millones de personas. Se dirige por lo tanto a amigos del Islam que simpatizan con él y admiran algunas de sus cualidades. Y también se dirige a los enemigos y oponentes del Islam cuyo desconocimiento puede ser una de las principales razones de esta hostilidad y ese odio.

Aquellos que están interesados en este libro en gran medida, son los musulmanes que desean explicar la religión del Islam a la gente, este libro les acorta el esfuerzo y les facilita la tarea.

Y puede encontrar, querido lector -si no tiene una idea preconcebida de la religión del Islam- que necesita una concentración intensa y una lectura cuidadosa para conocer los significados contenidos en este libro, así que no se decepcione por eso ya que existen muchos sitios web islámicos que responden a sus preguntas y dudas.

 1- La palabra del monoteísmo (No hay dios digno de ser adorado salvo Al-láh).

La regla básica de la religión del Islam es la creencia del monoteísmo (no hay más deidad que Al-láh) y sin esta base sólida, no se puede construir el noble edificio del Islam. Es, por lo tanto, la creencia que debe afirmar quien se convierte al Islam con total fe y creyendo en su significado. Entonces ¿Cuál es el significado de esta creencia (no hay más deidad que Al-láh)?

No hay divinidad salvo Al-láh (no hay más deidad que Al-láh) significa:

Nadie es Creador de todo lo existente excepto Al-láh.

Nadie es Soberano y Dueño de todo lo existente excepto Al-láh.

Nadie es digo de ser adorado excepto Al-láh.

Al-láh es quien creó este vasto y hermoso universo, este cielo, con sus estrellas enormes y sus planetas que se mueven en un sistema elaborado y un movimiento maravilloso, son todos sostenidos solo por Al-láh. La tierra con sus montañas y valles, colinas y ríos, con sus árboles y plantas, con su aire y agua, su tierra y mar, no hay lugar en ella, y quienquiera que camina sobre ella la creó Al-láh y la trajo a la existencia desde la nada.

Al-láh -enaltecido sea- dice en el Sagrado Corán: "Y el sol sigue una trayectoria determinada (hasta un tiempo decretado: el Día de la Resurrección). Ese es el decreto del Poderoso, el Omnisciente. Y hemos decretado las fases de la luna, hasta que regresa (en su última fase) a la forma de una rama de palmera seca y curvada. El sol no puede alcanzar a la luna, ni la noche puede anticiparse al día. Y todos (el sol, la luna y los planetas) recorren su propia órbita." Corán (36: 38-40).

"Y expandimos la tierra (para que la habitarais), establecimos en ella montañas que la fijaran e hicimos que brotaran en ella todo tipo de hermosas plantas, como prueba (de Nuestro poder) y motivo de reflexión para todo siervo que se vuelva a Al-láh (en arrepentimiento). Y hacemos que descienda agua bendita del cielo con la que brotan jardines y todo tipo de grano que es cosechado; y altas palmeras de frutos apiñados en racimos. Corán (50: 7-10).

Ésta es la creación de Al-láh -Exaltado y Enaltecido sea- quien hizo de la tierra una residencia, y depositó en ella la característica de la gravedad en una cantidad acorde con la necesidad de la vida en ella, para que no aumente, dificultando el movimiento por ella y no disminuye para que los seres vivos no salgan volando, y todo está en la proporción adecuada.

E hizo descender agua pura del cielo, sin la cual no se puede vivir. "Y creamos del agua a todo ser vivo." Corán (21: 30). Con esta agua crecieron plantas y frutos, dio de beber al ganado y a la gente, preparó la tierra para preservarla y la creó con manantiales y ríos.

E hizo crecer jardines de alegría con sus árboles, flores, rosas y su cautivadora belleza. Al-láh es Quien perfeccionó todo lo que ha creado, y comenzó la creación del ser humano del barro.

El primer ser humano creado por Al-láh fue el padre de la humanidad, Adán, la paz sea con él. Él lo creó de barro, luego lo hizo y lo formó y sopló en él de su alma, luego creó a su esposa de él. Luego hizo su descendencia a partir de una línea de agua degradada (la esperma).

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Y, ciertamente, creamos al (primer) hombre de un extracto de barro. Después hicimos que el hombre (la descendencia de Adán) proviniese de una pequeña cantidad de esperma (nutfah) que fijamos en un lugar seguro (el útero). A continuación, hicimos que se convirtiese en un coágulo (‘alaqah), y el coágulo en una masa parecida a un trozo de carne masticada (mudgah); y a partir de esta creamos los huesos y los revestimos, después, de carne. Finalmente insuflamos el alma y creamos así un nuevo ser. ¡Bendito sea Al-láh, el Creador Supremo!" Corán (23: 12-14).

Y dice, glorificado sea: "¿Es que no veis (el semen) que eyaculáis? ¿Vosotros lo habéis creado o Nosotros? Nosotros hemos decretado vuestra muerte y nada Nos impide cambiar vuestra apariencia y transformaros en algo que ignoráis. Corán (56: 58-61).

Medite en la creación de Al-láh y encontrará una maravilla de dispositivos precisos y sistemas ajustados de los que sabe poco acerca de sus operaciones, y mucho menos de cómo controlarlos. Éste es un dispositivo integrado para digerir alimentos. Comienza con la boca que corta la comida en pequeños trozos para que sea más fácil de digerir, luego la faringe, luego la mordida se lanza a la garganta y la úvula se abre para ella. se abre la glotis y el esófago y la puerta de la tráquea está bloqueada por la glotis, luego el cóndilo se desliza hacia el estómago a través del esófago en un movimiento de gusanos. En el estómago, el proceso de digestión continúa, y la comida se convierte en un líquido, por lo que pasa por la abertura pilórica en el estómago y se dirige al duodeno, donde continúa el proceso de digestión, que es la transformación de la materia prima del alimento en una sustancia adecuada para nutrir las células del cuerpo. Luego se dirige al intestino delgado, donde se completan los procesos de digestión final y de esta manera la comida se vuelve apta para ser absorbida por las vellosidades del intestino para así fluir con el torrente sanguíneo. Y éste es un dispositivo integrado para la circulación sanguínea que se extiende en arterias complejas, si las separaras su longitud aumentaría a miles de kilómetros, conectado a una estación central de bombeo llamada corazón, que es incansable en transportar sangre a través de esas arterias.

Hay otro aparato para respirar, un cuarto para los nervios, un quinto para la extracción de excretas, y un sexto, séptimo y décimo de los cuales aumentamos cada día con conocimiento y lo que no sabemos en nosotros más de lo que sabemos. pues ¡¿Quién creó a este ser humano con tanta perfección excepto Al-láh?!

Por lo tanto, el mayor pecado es asociar a alguien o algo en la adoración de Al-láh, tu Creador.

Medita con el corazón abierto y el espíritu transparente, y medita en la maravillosa creación de Al-láh- el Enaltecido-, este aire que respiras y te llega de todas partes, sin color que molesta los ojos, y piena en su ausencia por unos minutos morirías. Esta agua que bebes, esa comida que comes, y esta persona que amas. Esta tierra sobre la cual caminas, y ese cielo que miras, todo lo que tu ojo ve y lo que no ves de las criaturas, ya sean grandes o pequeñas, todas son de la creación de Al-láh, el Creador, el Omnisciente.

Ciertamente la meditación de las criaturas de Al-láh nos muestra Su grandeza y Su poder supremos. Es totalmente imbécil, ignorante y desviada la gente que ve toda esta creación magnífica, armónica y perfecta que muestra una sabiduría y un poder supremos y no cree en la existencia de un Creador que creó todo de la nada. Al-láh- el Enaltecido sea- dice en el Sagrado Corán: "¿O es que nadie los creó o son ellos quienes se crearon a sí mismos? ¿O son ellos los creadores del cielo y de la tierra? ¡No!, más bien no tienen certeza (de la verdad). Corán (52: 35-36).

La naturaleza sana del individuo es suficiente para saber la existencia de Al-láh -Exaltado y Enaltecido sea- sin necesidad a una educación, ya que el ser humano tiene en sí mismo la necesidad de dirigirse a Al-láh y refugiarse en Él pero este carácter natural recibe a veces unas desviaciones que lo alejan de su Creador -glorificado sea-.

Por lo tanto, si le sobreviene una catástrofe, una pandemia o una situación grave y angustia, y se enfrenta al peligro inminente en tierra o mar, recurre directamente a Al-láh para pedir ayuda y salvación de lo que atraviesa, y Al-láh -glorificado sea- responde al afligido cuando lo llama y le salva del mal.

A este Creador grandioso nada ni nadie se Le asemeja, es el Grandioso cuya grandeza es suprema e inalcanzable. Es el Altísimo que está sobre los cielos y por encima de todas Sus criaturas. “No hay nada ni nadie semejante a Al-láh, y Él todo lo oye, todo lo ve.” Corán (42: 11). No se compara con ninguna de sus criaturas, y lo que te viene a la mente es diferente a la esencia divina.

Al-láh -glorificado sea- nos ve por encima de todos los cielos y nosotros no lo podemos ver: "Nadie puede verlo (en esta vida), pero Él puede verlo todo. Y Él es el Sutil, y es Quien está informado de todas las cosas." Corán (6: 103). Más bien nuestros sentidos son incapaces de verlo en esta vida mundana.

Uno de los profetas: Moisés -la paz sea con él- pidió ver a Al-láh al hablar con Él en la montaña de Tur, Le dijo a Al-láh (Muéstrate para que pueda verte), fue cuando Al-láh -enaltecido sea- le dijo: "Y cuando Moisés acudió al encuentro con su Señor, y Éste le habló, dijo: «¡Señor, muéstrate para que pueda verte!». (Al-láh) respondió: «No Me verás, más mira hacia la montaña; si esta permanece en su sitio, podrás verme». Pero cuando su Señor se mostró a la montaña, esta quedó pulverizada y Moisés cayó inconsciente. Cuando volvió en sí, exclamó: «¡Gloria a Ti! ¡Ante Ti me arrepiento y soy el primero en creer!»." Corán (7: 143). La gran y elevada montaña se derrumbó y se agrietó debido a la manifestación de Al-láh, entonces, ¿Cómo puede el hombre resistir con su débil y exigua fuerza?

De entre los atributos de Al-láh -glorificado sea- encontramos el ser Todopoderoso. "Pues nadie puede huir de Al-láh ni en los cielos ni la Tierra. Ciertamente Él es Omnisciente y tiene poder sobre todas las cosas." Corán (35: 44).

Es Él quien da la vida y prescribe la muerte, todas las criaturas Le necesitan y Él no necesita a nadie. Al-láh -enaltecido sea- dice: ¡Oh, gentes!, vosotros estáis necesitados de Al-láh, mientras que Él no necesita nada de nadie y es digno de toda alabanza." Corán (35: 15).

El Sabio; de entre Sus atributos divinos el saber completo de todo: "Y Él tiene las llaves del conocimiento absoluto que solo Él posee; y conoce todo lo que existe en la tierra y en el mar. No cae una hoja (de un árbol) sin que Él lo sepa; y no hay semilla en la oscuridad de la tierra ni nada húmedo o seco que no conste en un claro registro." Corán (6: 59). Sabe perfectamente lo que decimos, lo que hacemos y lo que ocultan los corazones y pechos: "(Al-láh) conoce las miradas engañosas y lo que esconden los corazones." Corán (40: 19).

Al-láh -glorificado sea- está perfectamente informado de nosotros y de nuestras condiciones, nada se le oculta en la tierra ni en los cielos, no descuida, no olvida, ni duerme. Al-láh -enaltecido sea- dice: "¡Al-láh! No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, el Viviente (que nunca muere), el Sustentador de toda la creación. Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y la tierra. Nadie puede interceder ante Él a menos que sea con Su consentimiento. Conoce todo lo que sucede (a Sus criaturas) en esta vida y lo que les sucederá en la otra. Nadie abarca nada de Su conocimiento que no sea lo que Él quiere. El escabel de Su Trono se extiende sobre los cielos y la tierra, y no se fatiga en la preservación de ambos. Y Él es el Excelso, el Sublime." Corán (2: 255).

Al-láh posee los atributos supremos y perfectos sin ninguna deficiencia ni defecto.

Posee los nombres bellos y los atributos sublimes. Al-láh -enaltecido sea- dice: "Y a Al-láh pertenecen los nombres más sublimes; invocadlo, pues, a través de ellos. Y alejaos de quienes alteran Sus nombres y niegan (su significado); esos serán castigados por lo que solían hacer." Corán (Al-A‘rāf: 180)

Al-láh -glorificado sea- no tiene socio en Su reino, ni igual, ni rival.

No tiene esposa o hijos, y está por encima de todo eso. Al-láh -enaltecido sea- dice: "Di: "Él es Al-láh, Uno. Al-láh, el Eterno. No ha engendrado ningún hijo ni ha sido engendrado. Y no hay nada ni nadie que se asemeje a Él." Corán (112: 1-4). Al-láh -exaltado sea- dijo: "Y dicen (algunos): «El Clemente ha tomado para Sí un hijo». En verdad, habéis dicho algo gravísimo. A punto han estado los cielos de rasgarse, la tierra de abrirse y las montañas de derrumbarse por atribuirle un hijo al Clemente, cuando no es propio (de Su grandeza) tomar un hijo para Sí. Todos los que se encuentran en los cielos (los ángeles) y en la tierra (los hombres y los yinn) comparecerán ante el Clemente como siervos Suyos." Corán (19: 88-93).

Al-láh -glorificado sea- posee todos los atributos de perfección, belleza, poder, grandeza, orgullo y reino.

También posee los atributos de generosidad, perdón, clemencia, beneficencia supremos y es Él el Misericordioso cuya misericordia abarca todo.

Y el Clemente cuya clemencia precedió a su ira.

El Generoso cuya generosidad es infinita y cuyas arcas no se vacían.

Y sus Nombres son todos bellos que indican la perfección infinita y que se deben exclusivamente a Al-láh.

Saber los atributos de Al-láh -glorificado sea- aumenta el amor, la glorificación, el temor y la sumisión hacia Él.

Por eso la expresión del monoteísmo significa que la adoración se debe solo a Al-láh, el Único que merece ser adorado, y el Supremo que posee todos los atributos divinos de perfección como el Creador, el Proveedor, Él que da vida y muerte, el Generoso hacia Su creación, solo Él es digno de adoración y no tiene socio.

Y quien rechaza la adoración de Al-láh o adora a alguien fuera de Él, seguramente ha caído en la idolatría y en la incredulidad.

Entonces la prosternación, la inclinación, la sumisión y la oración se realizan exclusivamente para Al-láh.

No se pide refugio sino de Al-láh, no se suplica a nadie fuera de Él, no se pide ayuda sino de Él, ni se ofrece sacrificios, ni cultos, ni adoraciones sino a Al-láh: "Di: «Ciertamente, mis rezos, mis actos de adoración, mi vida y mi muerte pertenecen a Al-láh, Señor de toda la creación. Nadie tiene derecho a ser adorado excepto Él. Esto es lo que me ha sido ordenado, y yo soy el primero en someter mi voluntad a Él»." Corán (6: 162-163).

 b- ¿Para qué nos ha creado Al-láh?

La respuesta a esta gran pregunta es muy importante, pero es necesario tomar la respuesta desde la revelación divina. Al-láh es quien nos creó, y es quien nos habla del propósito para el cual nos creó. El Todopoderoso dice en el Sagrado Corán: "Y no creé a los yinn y a los hombres sino para que Me adoraran." Corán (51: 56). Entonces la adoración es un carácter común entre todas las criaturas de Al-láh que nisiqueira pueden contarse, y las más nobles criaturas son los ángeles, entre otras varias naciones que tienen la adoración y la glorificación del Señor de los mundos como carácter natural innato en sus vidas: “Lo glorifican los siete cielos, la Tierra y todo cuanto hay en ellos. No existe nada que no Lo glorifique con alabanzas, aunque ustedes no puedan percibir sus glorificaciones. Él es Magnánimo, Perdonador.” Corán (17: 44). Y los ángeles se dedican a la glorificación de Al-láh, ta como los sees humanos lo hacen [a su manera].

Pero la adoración del ser humano a su Creador es voluntaria y no obligatoria (opcional y experimental): "Él es Quien os creó, y entre vosotros hay quienes rechazan la verdad y quienes creen en ella; y Él observa cuanto hacéis." Corán (64: 2).

"¿Acaso no sabes que todo cuanto hay en los cielos y en la tierra -el sol, la luna, las estrellas, las montañas, los árboles, los animales y muchos hombres- se postra ante Al-láh? Pero muchos hombres merecerán Su castigo. Y a quien Al-láh humille, nadie podrá honrarlo. Ciertamente, Al-láh hace lo que desea." Corán (22: 18).

Al-láh nos creó para adorarlo y probar nuestro éxito en aplicar esta adoración, por lo que quien adora a Al-láh, Lo ama, se somete a Él, obedece Sus mandamientos y evita Sus prohibiciones; así obtendrá el agrado de Al-láh, Su misericordia y Su amor, y le recompensará con la mejor recompensa. Y quien rechaza con arrogancia la adoración de Al-láh Quien lo ha creado y proveído, y niega someterse a Sus mandamientos y abstenerse de Sus prohibiciones, recibirá sin duda la ira de Al-láh y Su castigo doloroso ya que Al-láh -Enaltecido y Exaltado sea- no nos había creado en vano sin ningún objetivo. Y sería tan ignorante y tonto quien piensa que fue creado en esta vida mundana con el oído, la vista y la razón, luego vivirá un período de tiempo y morirá sin saber la causa por la cual ha venido a este mundo ni adónde irá al fin de su vida, Al-láh -Enaltecido y Exaltado sea- dice en el Sagrado Corán: "¿Acaso pensasteis que os creamos sin ninguna finalidad y que no retornaríais después a Nos (para ser juzgados)?." Corán (23: 115).

No son iguales aquel quien cree y confía en Al-láh, juzga con Sus leyes divinas, Lo ama, se somete y se acerca a Él con diferentes tipos de adoración, buscando lo que Le agradaría en cada situación, y aquel quien no cree en su Creador, Quien lo creó desde la nada, niega Sus milagros y desmiente Su religión, rechazando someterse a Sus mandatos.

El primero recibe honor, buena recompensa, amor y aprobación, y el segundo sufre indignación, ira y castigo.

Cuando Al-láh resucitará a la gente de sus tumbas y recompensará a los bondadosos con la buena recompensa y la morada en el Paraíso y castigará al abusador arrogante -quien rechaza Su adoración- con un castigo doloroso en el fuego del Infierno.

Y puedes imaginar el honor enorme y la mejor recompensa cuando serán de Al-láh el Generoso cuya generosidad y misericordia son infinitas. Esta recompensa será increíble, inmensa e infinita (vamos a hablar de eso más tarde).

También puedes imaginar el castigo tan doloroso y la tortura tan severa que recibirá el incrédulo cuando vienen de Al-láh- el Grandioso y el TodoPoderoso cuyo poder y fuerza son infinitos.

 Muhámmad, el Mensajero de Al-láh:

Creer en la profecía de Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- es la segunda parte del pilar esencial del Islam, y es el fundamento sobre la cual se basa la religión.

El ser se convierte en musulmán después de decir el testimonio de fe que es "Atestiguo que no hay divinidad digna de ser adorada salvo Al-láh y atestiguo que Muhámmad es el mensajero de Al-láh".

 a- ¿Qué significa mensajero? ¿Quién es Muhámmad? y ¿Existen otros mensajeros enviados aparte de él?

Esto es lo que trataremos en las siguientes páginas.

El Mensajero Muhammad es un hombre tan noble y honrado dentro de su pueblo, alcanzó la perfección moral, la veracidad y el buen carácter. Es elegido por Al-láh para recibir la revelación divina que incluye los mandatos religiosos y algunos asuntos ocultos. Le ordena transmitir el mensaje divino a la gente puesto que es uno de ellos, come, bebe y tiene las mismas necesidades de los humanos. Entonces este mensajero es igual que su gente en todos los asuntos salvo en la recepción de la revelación divina, de los mandatos religiosos que transmite a su pueblo y por ser infalible que nunca comete los pecados mayores o cualquier asunto que puede afectar o perjudicar la transmisión del mensaje divino a la gente.

Y vamos a mencionar algunas historias de mensajeros anteriores al profeta Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- para mostrar que se trata de un solo mensaje divino y un solo llamamiento a la adoración de Al-láh, el Único. De hecho, vamos a hablar del inicio de la enemistad entre el satanás, el padre de la humanidad y con su descendencia más tarde.


 b- El primero de los mensajeros fue el padre de la humanidad Adán -la paz sea con él-:

Al-láh creó a nuestro padre Adán -la paz sea con él- de arcilla y luego sopló en él desde su alma, Al-láh -el Todopoderoso- dice acerca de la creación de Adán: "Y, verdaderamente, os creamos y luego os dimos forma, y después dijimos a los ángeles: «Postraos ante Adán (en señal de obediencia, no como acto de adoración)». Y todos se postraron, salvo Iblis, quien no estuvo entre quienes se postraron. (Al-láh) le dijo: «¿Qué te ha impedido postrarte cuando te lo he ordenado?». (Iblis) respondió: «Yo soy superior a él: a mí me creaste de fuego; mientras que a él, de barro». (Al-láh) le dijo: «Desciende de aquí, pues no debías haberte llenado de soberbia en este lugar. Sal (de aquí), en verdad, estarás entre los humillados». (Iblis) dijo: «Concédeme un plazo de tiempo hasta el día en que todos resuciten». (Al-láh) respondió: «Serás de aquellos a quienes se les concederá tal plazo»." Corán (7: 10-15).

Le pidió a Al-láh que le diera tiempo y que no lo apresurara con castigo y que le permitiera tentar a Adán y a su descendencia por envidia y odio hacia ellos. Entonces Al-láh y con su sabiduría divina lo autorizó al satanás, y ordenó a Adán y a su descendencia para no seguir los pasos ni las tentaciones del demonio y que pidan refugio en Al-láh del maldito satanás. Entonces la primera tentación de satanás a Adán y a su esposa Eva (a quien Al-láh creó de la costilla de Adán) comenzó en la historia mencionada por Al-láh -glorificado sea- en el Sagrado Corán:

"(Y le dijo a Adán:) «¡Adán!, habita el paraíso con tu esposa y comed de donde queráis, pero no os acerquéis a este árbol o seréis de los injustos». Mas el Demonio les susurró (que comieran del árbol) para que (como castigo por haber desobedecido a Al-láh) quedaran al descubierto sus partes íntimas que ocultaban (y sintieran vergüenza), y les dijo: «El motivo por el que Al-láh os ha prohibido este árbol es porque, si comierais de él, os convertiríais en ángeles o en inmortales». Y les juró: «Ciertamente, yo soy un buen consejero vuestro». Y los hizo caer (en el pecado) engañándolos. Y cuando comieron del árbol aparecieron sus partes íntimas al descubierto y empezaron a cubrirse con hojas del paraíso. Entonces, su Señor los llamó diciéndoles: «¿No os había prohibido (comer de) este árbol y os había advertido que el Demonio es un declarado enemigo vuestro?». Ambos dijeron: «¡Señor nuestro!, hemos sido injustos con nosotros mismos (al haberte desobedecido) y, si no nos perdonas y te apiadas de nosotros, estaremos entre los perdedores». (Al-láh) les respondió: «Descended (del paraíso junto con el Demonio), seréis enemigos los unos de los otros. En la tierra tendréis morada y disfrutaréis de bienes temporales». Dijo (Al-láh): «Allí viviréis y moriréis, y de ella saldréis (el Día de la Resurrección)». ¡Descendientes de Adán!, ciertamente os hemos provisto de prendas, para que cubráis vuestras partes íntimas, y de adornos; pero, la mejor prenda para protegeros y adornaros es la piedad. Esto es parte de las pruebas (de la soberanía y unicidad) de Al-láh para que reflexionéis. ¡Descendientes de Adán!, no dejéis que el Demonio os engañe (haciendo que caigáis en el pecado) como hizo con vuestros padres provocando su expulsión del paraíso, despojándolos de lo que los cubría para que mostraran sus partes íntimas. Ciertamente, él y sus huestes os observan desde donde no podéis verlos. En verdad, hemos hecho que los demonios sean aliados de quienes no creen (en la unicidad de Al-láh ni en Sus mensajeros)." Corán (7: 19-27).

Adán -la paz sea con él- falleció después de haber descendido a la tierra y tenido muchos hijos. Su descendencia se multiplicaba generación tras otra y recibieron las tentaciones del satanás lo que les lleva a la desviación y a la adoración de las tumbas de la gente piadosa, y desde entonces se convirtieron de la fe pura a la asociación (Shirk) y fue por esta razón que Al-láh les había enviado un mensajero de ellos que fue (Noé-la paz sea con él-).

 c- Noé -la paz sea con él-:

Se dieron diez siglos entre Adán y Noé, Al-láh enviaba a Noé a su pueblo quienes se desviaron y adoraron dioses fuera de Al-láh, como los ídolos, las piedras y las tumbas. Entre sus ídolos más famosos encontramos Wud, Sua', Yaghuz, Nasra. Entonces Al-láh había enviado a Noé para llamar a su pueblo a adorar únicamente a Él. Esto fue mencionado en el Sagrado Corán así: Y, ciertamente, enviamos a Noé a su pueblo y les dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-láh, no tenéis ninguna otra divinidad (verdadera) fuera de Él! En verdad, temo que sufráis el castigo de un día terrible»." Corán (7:59). Y tuvo un largo periodo llamando a su pueblo para que adoren a Al-láh pero solo algunos creyeron con él. Entonces suplicó a su Señor diciendo: "(Noé) invocó (a su Señor) diciendo: «¡Señor!, he llamado a mi pueblo a la fe noche y día. Pero mi llamada no ha hecho sino que se alejen más de ella. Cada vez que los invitaba a que les perdonases sus pecados, se tapaban los oídos con los dedos, se cubrían la cabeza con sus ropas (para no oír), y persistían en su incredulidad llenándose de soberbia. Después los llamé a la fe abiertamente. Luego los llamé a veces en público, a veces en privado; y les dije: “Pedid perdón a vuestro Señor, Él es Sumamente Indulgente. Os enviará del cielo lluvia constante; Os concederá más bienes e hijos, así como huertas y ríos. ¿Qué os sucede? ¿Por qué no enaltecéis a Al-láh como merece cuando Él os creó en sucesivas etapas?" Corán (71: 5-14). A pesar de este continuo esfuerzo y asombroso afán por guiar a su pueblo, lo desmentían, lo ridiculizaban y lo acusaban de locura.

Al-láh reveló a Noé que: "Y le fue revelado a Noé: «No creerá nadie más de tu pueblo que no haya creído ya; no te apenes, pues, por las acciones que cometen (quienes rechazan la verdad)." Corán (11: 36). Le ordenaba fabricar el arca y llevar a todos los que creen con él. "Y cada vez que pasaba ante él algún dignatario de su pueblo mientras construía el arca, se burlaba de él. (Noé) contestaba: «Si os burláis de nosotros, (sabed que) nosotros nos burlaremos después de vosotros como vosotros lo hacéis ahora. Y ya sabréis quién recibirá un castigo humillante (en esta vida) y un suplicio perpetuo (en la otra)». Y cuando llegó Nuestra orden (del diluvio) y empezó a brotar agua del horno, dijimos (a Noé): «Haz que suban al arca una pareja de cada especie, tu familia -excepto quienes de ellos decretamos que perecerían por negar la verdad- y todos los creyentes». Pero solo creyeron unos pocos». Y les dijo (Noé): «¡Subid al arca! ¡Que esta navegue y se detenga en el nombre de Al-láh! Ciertamente, mi Señor es Indulgente y Misericordioso». Y (el arca) navegó con ellos entre olas (enormes) como montañas. Y Noé llamó a su hijo, que se había alejado (del arca), diciéndole: «¡Hijo mío!, sube al arca con nosotros y no te quedes con quienes rechazan la verdad». (Su hijo) contestó: «Me refugiaré en una montaña que me protegerá del agua». Noé le dijo: «Nadie podrá protegerse del castigo de Al-láh, a menos que Al-láh se apiade de él». Y una ola se interpuso entre ambos y fue de los que se ahogaron. Al-láh dijo (después de que el pueblo del profeta Noé hubo perecido): «¡Tierra, absorbe tu agua! ¡Cielo, deja de llover!». Y el nivel del agua descendió hasta que la tierra se secó, y así se cumplió la orden de Al-láh (de acabar con el pueblo incrédulo); y el arca se asentó sobre el monte Judi. Y se dijo: «¡Que la gente injusta sea expulsada de la misericordia de Al-láh!». Y Noé invocó a su Señor diciendo: «¡Señor!, mi hijo es parte de mi familia (y prometiste salvarla), y Tú siempre cumples tus promesas y eres el mejor de los jueces». (Al-láh) dijo: «¡Noé!, tu hijo no es parte de tu familia (a la que te hemos prometido salvar), pues sus acciones no eran rectas (y rechazaba la verdad). No me preguntes sobre lo que no tienes conocimiento. Te exhorto para que no seas de los ignorantes». (Noé) respondió: «¡Señor!, me refugio en Ti de preguntarte aquello sobre lo que no tengo conocimiento; y si no me perdonas y te apiadas de mí, seré de los perdedores». Le fue dicho (a Noé): «¡Noé!, desembarca con Nuestra paz y con Nuestras bendiciones sobre ti y sobre las comunidades (rectas) que desciendan de quienes te acompañan (en el arca). Pero habrá otras (que negarán la verdad) a las que dejaremos disfrutar durante un tiempo y después les infligiremos un doloroso castigo»." Corán (11: 38-48).

 d- El mensajero Hud -paz con él-

Y después de un período de tiempo, Al-láh ha enviado un mensajero a la tribu de 'Ad en una ciudad llamada Al-Ahqaf -después de desviarse y adorar dioses fuera de Al-láh- les había enviado un mensajero de entre ellos que fue Hud -la paz sea con él-.

Al-láh -enaltecido sea- nos informaba que: "Y al pueblo de ‘Ad enviamos a su hermano Hud como mensajero. Este dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-láh, no tenéis ninguna otra divinidad fuera de Él! ¿No Lo temeréis, pues?». Los dignatarios incrédulos de su pueblo dijeron: «Realmente, vemos que has perdido la razón y creemos que eres un mentiroso». (Hud) respondió: «¡Pueblo mío!, no he perdido la razón, sino que soy un mensajero del Señor de toda la creación. Os transmito el mensaje de mi Señor y soy para vosotros un fiel consejero. ¿Os extrañáis de que os haya llegado una exhortación de vuestro Señor, a través de uno de los vuestros, con el fin de advertiros? Y (recordad) cuando os hizo suceder al pueblo de Noé en la tierra tras varias generaciones y os concedió mayor altura y fortaleza física.Y recordad los favores de Al-láh para que podáis triunfar y prosperar». Dijeron: «¿Has venido para pedirnos que adoremos solo a Al-láh y que abandonemos lo que nuestros antepasados adoraban? ¡Tráenos el castigo con el que nos amenazas si eres de los veraces!». (Hud) respondió: «Ciertamente, habéis incurrido en la ira de vuestro Señor y se abatirá sobre vosotros Su castigo. ¿Me discutís acerca de unas divinidades que vosotros mismos y vuestros antepasados habéis nombrado e inventado sin que Al-láh os concediese prueba alguna (de su existencia ni ninguna autoridad para adorarlos)? Esperad (a que se abata sobre vosotros Su castigo); yo también espero». Y lo salvamos, junto a sus seguidores, por misericordia Nuestra, y destruimos a todos los que habían desmentido Nuestras pruebas (y Nuestro mensaje), pues no eran creyentes." Corán (11: 65-72).

Entonces Al-láh envió sobre ellos un viento paralizante y destructivo durante ocho días, destruyendo todo, por mandato de su Señor, y Al-láh salvó a Hud y a los que creyeron con él.

 e- El mensajero Sáleh -la paz sea con él-:

Después de un período de tiempo y surgió la tribu de Zamud en el norte de la Península Arábiga y se desvió de la guía como lo hicieron sus ancestros, por lo que Al-láh les envió un mensajero de entre ellos (Saleh) -la paz sea con él- y les presentó un milagro que indica su veracidad; fue una gran camella que no tiene igual en su creación, y Al-láh -enaltecido sea- nos contó su historia en el Sagrado Corán: "Y al pueblo de Zamud enviamos a su hermano Saleh (como mensajero). (Este) dijo: «¡Pueblo mío! ¡adorad solo a Al-láh, no tenéis ninguna otra divinidad fuera de Él! Ciertamente, habéis recibido pruebas claras de vuestro Señor. Esta camella de Al-láh es un signo para vosotros. Dejad que coma de la tierra de Al-láh y no le hagáis daño alguno o de lo contrario recibiréis un castigo doloroso. Y recordad que Al-láh os ha hecho que sucedierais al pueblo de ‘Aden la tierra y os ha establecido en ella: construís palacios en los valles y esculpís casas en las montañas. Recordad los favores que Al-láh os ha concedido y no sembréis la corrupción en la tierra». Los dignatarios arrogantes de su pueblo dijeron a los débiles de entre los creyentes: «¿Sabéis si Saleh es verdaderamente un mensajero de su Señor?». Estos dijeron: «Realmente creemos en aquello (el mensaje) con lo que ha sido enviado». Los (dignatarios) arrogantes dijeron: «Ciertamente, rechazamos aquello en lo que vosotros creéis». Y mataron a la camella desobedeciendo las órdenes de su Señor. Después dijeron: «¡Saleh, tráenos (el castigo) con el que nos amenazas si de verdad eres un mensajero (de Al-láh)!». Entonces, un gran terremoto los sorprendió y amanecieron tendidos muertos en sus hogares. (Saleh) se alejó de ellos y dijo: «¡Pueblo mío!, en verdad, os trasmití el mensaje de mi Señor y os aconsejé bien, pero no queríais a los consejeros»." Corán (11: 73-79).

Luego Al-láh envió a muchos mensajeros a sus pueblos y no había ninguna nación sin recibir un mensajero. El Enaltecido nos había mencionado algunos de ellos y todos fueron enviados con el mismo mensaje del monoteísmo y de la adoración a Al-láh sin asociarLe nada ni nadie rechazando la adoración de ídolos fuera de Él. Al-láh -enaltecido sea- dice en el Sagrado Corán: "Y, ciertamente, enviamos mensajeros a cada comunidad para que exhortaran a su gente a adorar solo a Al-láh y a alejarse de toda falsedad. Al-láh guió a gentes de algunas comunidades mientras que otras merecieron el extravío (al desmentir a sus mensajeros). Recorred la tierra y ved cuál fue el final de quienes negaron la verdad (y reflexionad sobre ello)." Corán (16: 36).

 f. El mensajero Abraham -la paz sea con él-:

Luego Al-láh envió a Abraham -la paz sea con él- a su pueblo desviado quienes solían adorar los planetas y los ídolos, Al-láh -enaltecido sea- dice en el Corán: "Y, ciertamente, guiamos a Abraham antes (de conceder la Torá a Moisés y Aarón), pues sabíamos bien que era merecedor de ello. (Recuerda, ¡oh, Muhámmad!) cuando Abraham preguntó a su padre y a su pueblo: «¿Qué son esas estatuas que adoráis?». Le dijeron: «Encontramos a nuestros antepasados adorándolas». (Abraham) respondió: «Ciertamente, vosotros y vuestros antepasados habéis estado en un claro extravío». Le dijeron: «¿Nos estás diciendo la verdad o eres de los que se burlan?». (Abraham) contestó: «Ciertamente, vuestro Dios es el Señor y Creador de los cielos y de la tierra, y yo soy de quienes dan fe de ello. Y por Al-láh que tramaré algo contra vuestros ídolos cuando les deis la espalda». (Y cuando se hubieron alejado) rompió los ídolos en pedazos, salvo el mayor de ellos para que pudieran dirigirse a él (e interrogarlo). (Cuando vieron sus ídolos destrozados) dijeron: «¿Quién ha hecho esto con nuestros ídolos? Tiene que ser un injusto». (Quienes habían oído a Abraham tramar contra los ídolos) dijeron: «Oímos a un joven al que llaman Abraham hablar mal de ellos». (Quienes tenían más poder) dijeron: «Traedlo ante la gente para que sean testigos (en su contra)». (Entonces) le preguntaron: «¿Has sido tú quien ha hecho esto con nuestros ídolos, Abraham?». (Abraham) contestó (con ironía): «No, ha sido este, el mayor de todos. Preguntadles a ellos, si es que pueden hablar». Entonces recapacitaron (y se percataron de su error), y se dijeron (unos a otros): «Vosotros sois los injustos (por adorar ídolos que ni siquiera son capaces de responder)». Después regresaron a su obstinación e incredulidad (y le dijeron a Abraham): «Sabes muy bien que no pueden hablar». (Abraham) les dijo: «¿Adoráis, entonces, fuera de Al-láh algo que no tiene poder para beneficiaros en nada ni para perjudicaros? ¡Alejaos de mí, vosotros y lo que adoráis en vez de Al-láh! ¿Es que no razonáis?». Dijeron: «¡Quemadle en una hoguera si queréis proteger a vuestros ídolos!». Y le dijimos al fuego: «Sé frío y no quemes a Abraham». Y conspiraron contra él, pero ellos salieron perdiendo. Corán (21: 50-70).

Entonces Abraham, la paz sea con él, y su hijo Ismail emigraron de Palestina a La Meca, y Al-láh le ordenó a él y a su hijo Ismail que construyeran la Kaaba, y llamó a la gente a peregrinar a ella y adorar a Al-láh allí. "Y le inspiramos a Abraham e Ismael que purifiquen Mi Casa para quienes la circunvalen, hagan retiro y oren en ella." Corán (2:125).

 g- El mensajero Lut -la paz sea con él-:

Luego, Al-láh envió a Lot a su pueblo, quienes eran personas malvadas que adoraban a deidades fuera de Al-láh y cometían inmoralidad y obscenidades. Al-láh Todopoderoso dijo en el Corán: "Y (recuerda, (¡oh, Muhámmad!) a Lot, cuando dijo a su pueblo: «Practicáis una inmoralidad que nunca nadie había practicado antes en el mundo. Os acercáis a los hombres con deseo (y lo satisfacéis con ellos), en vez de acercaros a (vuestras) mujeres. Ciertamente, sois un pueblo transgresor». Pero la única respuesta que obtuvo de su gente fueron las palabras: «Expulsadlos de vuestra tierra, pues son gentes que quieren la pureza»." Corán (7: 80-82). Al-láh lo salvó a él y a su familia, a excepción de su esposa, que era una de los incrédulos, ya que Al-láh le ordenó a Lot que abandonara el pueblo por la noche, él y su familia, y cuando llegó el mandato de Al-láh, hizo ascender la aldea al cielo y luego la dejaba caer al suelo y llovió sobre los incrédulos piedras de arcilla quemada.

 h- El mensajero Shu'aib -la paz sea con él-:

Entonces Al-láh envió después de eso a la gente de Madián a su hermano Shuaib después de que se desviaron de la guía y después de que los malos modales se extendieron entre ellos como la agresión contra la gente y el fraude en pesos y balanzas. Al-láh nos habló de ellos diciendo: "Y al pueblo de Madián enviamos a su hermano Shu'aib. Este dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-láh, no tenéis ninguna otra divinidad fuera de Él! En verdad os han llegado pruebas claras de vuestro Señor. Medid y pesad con equidad (cuando comerciéis); no deis a los hombres menos de lo que les corresponde y no corrompáis la tierra tras haber sido reformada. Eso es lo mejor para vosotros si de verdad sois creyentes. No bloqueéis los caminos (para asaltar a los hombres) amenazándolos (con matarlos si no os entregan sus pertenencias) ni desviéis del camino de Al-láh a quienes creen en Él haciendo que parezca tortuoso. Recordad cuando erais pocos y Él os incrementó en número; y observad cuál fue el final de los corruptores. Y si algunos de vosotros creéis en aquello con lo que he sido enviado (el mensaje de Al-láh), otros no. Sed pacientes hasta que Al-láh juzgue entre nosotros, pues Él es el mejor de los jueces». Los dignatarios arrogantes de su pueblo dijeron: «Os expulsaremos de nuestro pueblo a ti, Shu’aib, y a quienes creen contigo, a menos que regreséis a nuestra religión». (Shu’aib) respondió: «¿Aun contra nuestra voluntad? Si regresáramos a vuestra religión después de habernos salvado Al-láh de ella, estaríamos mintiendo contra Al-láh (al aceptar que otros comparten con Él el derecho a la adoración).¿Y cómo podríamos regresar a ella, a menos que Al-láh, nuestro Señor, quisiera? El conocimiento de nuestro Señor abarca todas las cosas, y en Él depositamos nuestra confianza. ¡Señor nuestro!, juzga entre nosotros y nuestro pueblo con justicia, pues Tú eres el mejor de los jueces». Los dignatarios incrédulos de su pueblo dijeron: «Si seguís a Shu'aib, seréis de los perdedores». Entonces, un gran terremoto los sorprendió y amanecieron tendidos muertos en sus hogares. (Fue como sí) quienes desmintieron a Shu’aib no hubiesen habitado nunca allí. Quienes desmintieron a Shu’aib fueron los perdedores. (Shu’aib) se alejó de ellos y dijo: «¡Pueblo mío!, en verdad, os transmití los mensajes de mi Señor y os advertí, (mas no creísteis); ¿cómo podría apenarme por una gente que rechazó la verdad?»." Corán (11: 85-93).

 i- El mensajero Moisés -que la paz sea con él-:

Luego apareció en Egipto un rey tirano y arrogante, llamado el Faraón quien pretende ser dios y obliga a la gente adorarle a él. Era injusto y mataba a quien quiera cuando quiera. Por esto Al-láh le había descrito en el Sagrado Corán así: "El Faraón fue, en verdad, un tirano arrogante sobre la tierra que dividió a su gente en clases para oprimir a un grupo, degollando a sus hijos varones y dejando vivir a las mujeres. Fue, realmente, un corruptor. Y quisimos favorecer a quienes habían sido oprimidos en la tierra haciendo que se convirtieran en unos guías espirituales y que heredaran (la tierra). Y les concedimos poder en la tierra e hicimos que el Faraón, (su ministro) Haman y sus soldados vieran aquello que temían (su destrucción y la pérdida de su dominio a manos de uno de los hijos del pueblo de Israel). E inspiramos a la madre de Moisés (tras el nacimiento de este): «Amamántalo y, cuando temas por él, deposítalo (en un cesto) sobre el río, y no temas ni te aflijas. Te lo devolveremos y haremos de él un profeta». Y lo recogió la familia del Faraón; y después (Moisés) se convertiría para ellos en su enemigo y en (un motivo de) aflicción. Ciertamente, el Faraón, (su ministro) Haman y sus soldados eran unos pecadores. Y la mujer del Faraón dijo: «Será mi alegría y la tuya. No lo mates, puede que nos sea de alguna utilidad o podemos tomarlo como hijo». Y no intuían (lo que sucedería). Y el corazón de la madre de Moisés se llenó de un gran vacío. Y habría revelado la verdad (acerca de que era su hijo) si no hubiéramos afianzado su corazón para que fuera de quienes creen (en la promesa de Al-láh). Y le dijo a la hermana (de Moisés, una vez lo hubo depositado en el río): «¡Síguelo!». Y lo observó desde lejos sin que se dieran cuenta. E hicimos que ninguna nodriza pudiera amamantarlo hasta que su hermana dijo (a la familia del Faraón): «¿Quieren que los guíe hasta una familia que lo críe y cuide bien de él?». Y así es como lo devolvimos a su madre para que se alegrara y no se afligiera, y para que supiera que la promesa de Al-láh es cierta; pero la mayoría (de la gente) no lo sabe. Y cuando alcanzó la madurez, le concedimos sabiduría y conocimiento. Así es como recompensamos a quienes hacen el bien. Y entró en la ciudad cuando sus habitantes se hallaban desatentos (descansando) y se encontró con dos hombres que se peleaban: uno era de los suyos (de los hijos de Israel) y el otro, de sus enemigos (los egipcios). El que era de los suyos le pidió ayuda contra su enemigo, y Moisés golpeó a este con el puño y lo mató (sin querer). (Moisés) dijo: «Esto es obra del Demonio. Ciertamente, él es un declarado enemigo del hombre y busca extraviarlo». (Entonces) invocó (arrepentido a Al-láh) diciendo: «¡Señor!, he sido injusto conmigo mismo (al matar, sin querer, a dicho hombre). Perdóname». Y Al-láh lo perdonó. En verdad, Él es el Indulgente, el Misericordioso. (Y) dijo:«¡Señor!, por la gracia que me has concedido, no volveré a ayudar a ningún pecador incrédulo (que desobedece Tus mandatos). Y cuando amaneció tuvo miedo y se mantuvo expectante en la ciudad. Entonces, aquel que le había pedido ayuda el día anterior volvió a solicitarla. Moisés le dijo: «En verdad, estás claramente extraviado y desvías a los demás (del buen camino)». Y cuando Moisés decidió hacer uso de su fuerza contra quien era enemigo de ambos (el egipcio), estele dijo: «¡Moisés!, ¿quieres matarme como hiciste ayer con otro? Lo que pretendes es ser un tirano sobre la tierra y no quieres ser de quienes actúan con rectitud». Y llegó un hombre corriendo de las afueras de la ciudad que dijo: «¡Moisés!, los dignatarios del Faraón están reunidos discutiendo acerca de ti para matarte. ¡Huye! Soy un buen consejero para ti». Entonces huyó de la ciudad asustado, mirando a su alrededor (por miedo a ser capturado), y dijo: «¡Señor, sálvame de este pueblo injusto!». Y mientras se dirigía hacia (la tierra de) Madián (sin conocer el camino) dijo: «Puede que mi Señor me guíe por el camino más recto (que conduce hasta allí)». Y cuando llegó al pozo de Madián, encontró a un grupo de hombres que abrevaban su ganado y vio que, apartadas de ellos, había dos mujeres que no dejaban que sus rebaños se acercaran (al lugar). Moisés les preguntó: «¿Qué os sucede?». (Ellas) respondieron: «Esperamos a que se vayan los pastores para abrevar (nuestros rebaños), pues nuestro padre es un hombre anciano (y no puede hacerlo)». Entonces Moisés abrevó los rebaños por ellas. Luego se retiró a la sombra e invocó (a Al-láh) diciendo:«¡Señor!, realmente necesito cualquier favor que puedas concederme». Después (tras haber hablado con su padre) una de las dos mujeres se presentó ante (Moisés) caminando con timidez y le dijo: «Mi padre te llama para recompensarte por haber abrevado nuestro rebaño». Y cuando se presentó ante él y le relató su historia, este le dijo (a Moisés): «No temas; estás a salvo del pueblo injusto». Una de ellas dijo: «¡Padre, contrátalo (a tu servicio)! ¡Quién mejor para ello que alguien fuerte y honesto!». (Entonces el padre le dijo a Moisés:) «Quiero darte a una de mis dos hijas en matrimonio con la condición de que trabajes para mí durante ocho años. Si cumples diez, es tu decisión, pues yo no quiero imponerte nada que te resulte difícil. Si Al-láh quiere, encontrarás que soy recto y virtuoso». (Moisés) asintió diciendo: «¡Así queda acordado! No se me reprochará cualquiera que sea el plazo que cumpla. Y Al-láh es testigo de lo que decimos». Y cuando Moisés hubo cumplido el plazo (de diez años), partió con su familia (en dirección a Egipto) y divisó un fuego en la ladera de un monte. Dijo a su familia: «Permaneced aquí. He visto un fuego. Puede que regrese con noticias o con alguna brasa encendida para que podáis calentaros». Y cuando hubo llegado al lugar (donde había divisado el fuego), oyó una voz que lo llamaba de la parte del valle situado a su derecha, en un lugar bendito, en las inmediaciones de un arbusto (que ardía), y le decía:«¡Moisés! Yo soy Al-láh, el Señor de toda la creación. ¡Arroja tu cayado!». Y cuando Moisés vio que este se movía como si fuera una serpiente, huyó sin mirar atrás. Al-láh le dijo: «¡Moisés!, acércate y no temas. En verdad, estás a salvo (de todo mal). Introduce tu mano por el cuello de tus vestimentas. Cuando la extraigas aparecerá (radiantemente) blanca sin que padezcas ninguna enfermedad. Y aprieta el brazo contra el costado (acercando la mano al corazón) para librarte del miedo. Estas son dos pruebas de tu Señor para el Faraón y sus dignatarios. Ciertamente, ellos son gente rebelde (que se niega a obedecer a Al-láh)». (Entonces, Moisés) dijo: «¡Señor!, maté a uno de ellos y temo que me maten. Y mi hermano Aarón es más elocuente que yo; envíalo conmigo como apoyo para que me crean. Realmente, temo que me desmientan». (Al-láh) le respondió: «Te fortaleceremos con tu hermano y os concederemos poder mediante Nuestros milagros (y pruebas evidentes) para que no puedan causaros daño alguno. Vosotros y quienes os sigan seréis los vencedores». Corán (28: 4-35).

Entonces Moisés y su hermano Aarón fueron a ver al faraón - el rey arrogante- invitándolo a adorar a Al-láh, el Señor de los mundos: "(Entonces) el Faraón dijo: «¿Y quién es el Señor de toda la creación?». (Moisés) respondió: «El Señor de los cielos y de la tierra y de cuanto hay entre ellos; si tenéis corazones creyentes y discernimiento (creed, pues, en Él)». (El Faraón) dijo a quienes se hallaban a su alrededor: «¿No oís lo que dice?». (Moisés) prosiguió: «Él es vuestro Señor y el Señor de vuestros antepasados». El Faraón dijo: «En verdad, este mensajero vuestro que os ha sido enviado ha perdido el juicio». (Moisés) prosiguió: «Él es el Señor de Oriente y de Occidente y de cuanto hay entre ambos; si de verdad razonáis (creed en Él)». (El Faraón) le dijo: «Si tomas otra divinidad que no sea yo, haré que te encarcelen». (Moisés replicó): «¿Aun cuando os traigo una prueba evidente?». (El Faraón) dijo: «Muéstrala si eres veraz». Entonces (Moisés) arrojó su cayado, el cual se convirtió en una serpiente que parecía real. (Después introdujo la mano por el cuello de su túnica.) Luego retiró la mano y esta apareció de un blanco radiante ante quienes observaban. (Entonces, el Faraón) dijo a los dignatarios (de su pueblo) que estaban a su alrededor: «Ciertamente, es un brujo instruido que pretende expulsaros de vuestra tierra con su brujería; ¿qué recomendáis hacer?». Dijeron: «Aplazad vuestra decisión sobre ellos por un tiempo y enviad mensajeros por las ciudades para que reúnan a todos los brujos instruidos que encuentren y comparezcan ante vos». Y todos los brujos fueron reunidos en el día fijado (para competir con su brujería contra Moisés). Y se dijo a la gente: «¿No os congregaréis para presenciarlo? Así podremos seguir a los brujos si resultan ellos los vencedores». Y cuando los brujos llegaron, preguntaron al Faraón: «¿Recibiremos alguna recompensa si somos nosotros los vencedores?». (El Faraón) contestó: «Sí, y seréis de mis allegados». Moisés les dijo: «Arrojad lo que tengáis que arrojar». Entonces arrojaron sus cuerdas y sus cayados, y dijeron: «¡Por el poder del Faraón, seremos nosotros los vencedores!». Y cuando Moisés arrojó su cayado, este devoró (la falsedad) que los brujos habían producido. Entonces los brujos cayeron postrados. Dijeron: «Creemos en el Señor de toda la creación, en el Señor de Moisés y de Aarón». (El Faraón) dijo: «¿Creéis en Moisés antes de concederos yo permiso? Seguro que él es vuestro maestro, quien os ha enseñado la brujería. Pronto sabréis lo que os espera. Amputaré vuestras manos y pies contrarios, y después os clavaré en un madero a todos». Respondieron: «No nos importa lo que podáis hacernos, pues, ciertamente, retornaremos a nuestro Señor (en la otra vida). Esperamos con anhelo que nuestro Señor perdone nuestros pecados al ser los primeros en creer (de nuestro pueblo)». Luego revelamos a Moisés: «Parte con Mis siervos durante la noche. Seréis perseguidos con toda seguridad». Entonces el Faraón mandó mensajeros suyos a todas las ciudades (de su territorio para reunir a sus tropas). (Les dijo:)«Ellos no son más que un reducido grupo. Pero, realmente, nos han enfurecido. Y nosotros somos una tropa numerosa, bien dispuesta y preparada». Por ello los expulsamos de sus jardines y manantiales, y los despojamos de sus tesoros y de su noble posición. Así fue, e hicimos que los hijos de Israel heredaran todo aquello (tras la muerte del Faraón y de su pueblo). (Y el Faraón y su ejército) los siguieron al amanecer. Y cuando ambas partes se divisaron, los seguidores de Moisés dijeron: «Nos alcanzarán con toda seguridad». (Moisés) dijo: «¡No lo harán! Mi Señor está conmigo y me guiará». E inspiramos a Moisés golpear el mar con su cayado; y este se abrió, y cada parte se alzó como una enorme montaña. Luego hicimos que los otros (el Faraón y su ejército) se acercaran. Y salvamos a Moisés y a todos los que estaban con él, y ahogamos a los demás. En eso hay un signo, pero la mayoría no cree. Y, ciertamente, tu Señor (¡oh, Muhámmad!) es el Poderoso y el Misericordioso. Corán (26: 23-67).

Cuando el Faraón se dio cuenta del ahogamiento, dijo: Creo que no hay más dios que aquel en quien creyeron los Hijos de Israel. Al-láh- el Enaltecido- dijo: "¿¡Ahora (crees, cuando de nada sirve ya la fe) y (Nos) desobedeciste con anterioridad y fuiste de los corruptores!? Hoy rescataremos tu cuerpo (del agua) para que sirva de lección de Nuestra parte a quienes te sucedan. Y, ciertamente, muchos hombres se desentienden de Nuestras pruebas (y de Nuestra revelación". Iunus 91-92.

Y Al-láh hizo (al pueblo de Moisés) -que fueron oprimidos- la posesión del oriente y del occidente de la tierra que bendijo, y destruyó lo que el Faraón y su pueblo estaban haciendo y lo que erigieron.

Luego Al-láh reveló la Torá a Moisés, en la cual hay guía y luz para la gente, para mostrarles el camino que lleva a la satisfacción de Al-láh y para que los hijos de Israel (el pueblo de Moisés) y sus seguidores diferencien lo permitido de lo prohibido.

Y cuando falleció Moisés -que la paz sea con él-, Al-láh ha enviado a muchos profetas para su pueblo -los hijos de Israel- para dirigirles al camino recto. Cada vez que muere un profeta, les envía otro.

Al-láh nos había citado algunos profetas como David, Salomón, Jacob, Zakariya, y no había mencionado a muchos otros. Luego vino el profeta Jesús, hijo de María -que la paz sea con ambos- cuya vida fue llena de milagros desde su nacimiento hasta su ascensión al cielo.

A lo largo de las generaciones, la Torá que Al-láh ha revelado a Moisés ha sido objeto de distorsión y alteración por parte de los judíos que afirman que son seguidores de Moisés -que la paz sea con él- pero Moisés es inocente de lo que ellos dicen. Entonces la Torá que está en sus manos no es la revelada por Al-láh ya que la han alterado y cambiado describiendo a Al-láh con unos atributos de carencia, ignorancia y debilidad - Exaltado sea Al-láh de lo que dicen. Al-láh -enaltecido sea dijo al describirlos: "¡Ay de aquellos que escriben el Libro con sus propias manos y luego dicen que proviene de Al-láh para obtener un mísero beneficio! ¡Ay de ellos por lo que han escrito sus manos! ¡Ay de ellos por el beneficio que obtienen!" Corán (2: 79).

 j- El mensajero Jesús -que la paz sea con él-:

María, la hija de Imrán, la Virgen y la pura fue una de las adoradoras quien siguió los mandamientos de Al-láh revelados a los profetas después de Moisés, y era de la familia que Al-láh eligió por encima de los mundos. Al-láh -enaltecido sea- dice: "Ciertamente, Al-láh escogió a Adán, a Noé, a la familia de Abraham y a la de ‘Imran entre todos los pueblos (para que de ellos surgiesen y se sucediesen los profetas)." Corán (3: 33). Y los ángeles le dieron buenas nuevas sobre la elección de Al-láh sobre ella: Y (recuerda) cuando los ángeles dijeron (a María): «¡María!, Al-láh te ha escogido, te ha purificado, y te ha elegido a ti entre las mujeres de todos los pueblos. ¡María!, sométete a la voluntad de tu Señor, póstrate e inclínate con los que se inclinan (en adoración a Al-láh)»." Corán (3: 42-43).

Luego Al-láh -exaltado y enaltecido sea- contó cómo Jesús fue creado en su vientre sin tener un padre. Al-láh -enaltecido sea- dice en el Corán: "Y recuerda (¡oh, Muhámmad!) lo que te hemos revelado en este Libro (el Corán) acerca de María, cuando esta se apartó de su familia para retirarse a un lugar orientado hacia el Este, y se ocultó de ella. Entonces le enviamos al ángel Gabriel bajo la forma perfecta de un hombre. (María) le dijo (asustada al verlo): «Me refugio de ti en el Clemente, si es que temes a Al-láh». (El ángel) dijo: «No soy más que un enviado de tu Señor que te anuncia la concesión de un hijo puro». (María) respondió: «¿Cómo podré tener un hijo si ningún hombre me ha tocado ni soy una mujer indecente?». (El ángel) dijo: «Así será, pues tu Señor ha dicho: “Eso es fácil para Mí. Y haremos que sea para la gente una prueba de Nuestro poder y de Nuestra misericordia”. Y es un asunto que ya ha sido decretado». Y María lo concibió y se alejó hacia un lugar apartado (de su familia). Y los dolores del parto la llevaron junto al tronco de una palmera. Entonces dijo: «Ojalá hubiese muerto antes de esto y hubiese sido olvidada por completo (de manera que nadie supiese quién soy)». Y la llamó, desde abajo, y le dijo: «No te aflijas, pues tu Señor ha hecho que corra un pequeño arroyo a tus pies. Sacude el tronco de la palmera hacia ti y caerán sobre ti dátiles dulces y frescos. Come, bebe y alégrate (por tu hijo). Y si ves a alguien (y te pregunta por el niño), dile: “He realizado un voto (de silencio) al Clemente y (a partir de ahora) no hablaré con nadie en el día de hoy”». Y se presentó ante su gente con el niño en brazos. Le dijeron: «¡Oh, María!, ¡has hecho algo inaudito! ¡Oh, hermana de Aarón! (¿Cómo has podido hacer algo así?). Tu padre no era un hombre adúltero ni tu madre una indecente». Entonces María señaló al niño (para que le preguntaran a él), y le dijeron: «¿Cómo vamos a hablar con un niño que aún está en la cuna?». Entonces (Jesús) habló diciendo: «Ciertamente, soy un siervo de Al-láh, me ha concedido la revelación (el Evangelio) y me ha hecho profeta. Me ha bendecido allí donde esté y me ha ordenado cumplir con la oración y entregar caridad mientras viva. Y me ha ordenado ser respetuoso y amable con mi madre y no ser arrogante ni rebelde. La paz estuvo conmigo el día en que nací, y lo estará el día en que muera y el día en que sea resucitado». Este (cuya historia te hemos contado, ¡oh, Muhámmad!) es Jesús, hijo de María. Y esta es la verdad sobre la que dudan (y discrepan los judíos y los cristianos). Al-láh no iba a tomar para Sí un hijo. ¡glorificado sea! Cuando desea algo, Le basta con decir: «Sé», y es. (Y Jesús decía a su gente:) «Ciertamente, Al-láh es mi Señor y vuestro Señor; adoradlo, pues, solo a Él. Ese es el camino recto»." Corán (19: 16-36).

Cuando Jesús -la paz sea con él- llamó a la gente a la adoración de Al-láh, unos aceptaron su predicación y le siguieron mientras que otros la rechazaron. Y al seguir llamando al camino de Al-láh muchos no creyeron en él y lo odiaron, se volvieron contra él e ¡intentaron matarlo! Al-láh -enaltecido sea- le dijo a Jesús: "¡Oh, Jesús! Te tomaré y te ascenderé hacia Mi. Te libraré de los incrédulos." Corán (3: 55). Entonces Al-láh puso su semejanza sobre uno de los que lo perseguían, entonces lo arrestaron, pensando que era Jesús, hijo de María -la paz sea con él- lo mataron y lo crucificaron. Y antes de dejar este mundo, Jesús predicó a sus compañeros que Al-láh enviaría a otro mensajero llamado Ahmad con quien difundiría la religión. Al-láh dice en el Corán: “Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: “¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el Mensajero que Dios les ha enviado para corroborar la Torá y anunciar a un Mensajero que vendrá después de mí llamado Ahmad.” Corán (61:6).

Luego pasó un período de tiempo durante el cual los seguidores de Jesús se dividieron y de ellos surgió un grupo que afirmó que Jesús es el hijo de Al-láh - Exaltado sea Al-láh por encima de lo que dicen - por haber visto el nacimiento milagroso de Jesús-la paz sea con él- desde una madre sin padre, así que Al-láh informó acerca de eso diciendo: "Ciertamente, el ejemplo de Jesús es para Al-láh como el de Adán, a quien creó a partir del polvo y le dijo «sé», y fue." Corán (3: 59). Entonces la creación de Jesús desde solo una madre es menos rara que la creación de Adán sin padre ni madre.

Por esto Al-láh se dirige a los hijos de Israel en el Corán para que se alejen de la incredulidad diciéndoles: "¡Cristianos!, no exageréis en vuestra religión ni digáis sobre Al-láh salvo la verdad. El Mesías Jesús, hijo de María, no es sino un mensajero de Al-láh a quien creó a partir de la palabra «sé» transmitida a María (a través del ángel Gabriel) y un soplo de vida creado por Él. Creed, pues en Al-láh y en todos Sus mensajeros. Y no digáis que Al-láh es parte de una trinidad; es mejor para vosotros que abandonéis tal idea. Al-láh es un Dios Único, ¡alabado sea! Está muy por encima de tener un hijo. Suyo es todo cuanto existe en los cielos y en la tierra; y Al-láh basta para ocuparse de todos los asuntos de Su creación. El Mesías no encuentra indigno ser un siervo de Al-láh, como tampoco menosprecian serlo los ángeles allegados a Él. Y todos aquellos que menosprecien adorar a Al-láh y se muestren altivos serán reunidos para comparecer ante Él (el Día de la Resurrección). Quienes crean y obren rectamente recibirán la recompensa de Al-láh y Él los agraciará todavía más. Pero quienes desdeñen ser siervos de Al-láh y se muestren altivos recibirán un castigo doloroso y no hallarán quien los proteja o auxilie fuera de Al-láh." Corán (4: 171-173).

El día de Resurrección, Al-láh dirigirá la palabra a Jesús diciéndole: "Y Al-láh dirá (a Jesús el Día de la Resurrección): «Jesús, hijo de María, ¿dijiste tú a la gente que te tomaran a ti y a tu madre por divinidades en vez de a Mí?». (Jesús) dirá: «¡Gloria a ti! ¿Cómo iba a decir algo que no tengo derecho (a decir)? Si lo hubiera dicho, Tú lo sabrías. Tú sabes lo que hay en mí mientras que yo no sé lo que hay en Ti; Tú eres el conocedor absoluto de todas las cosas. Solo les dije lo que Tú me ordenaste decir: “Adorad (solamente) a Al-láh, mi Señor y vuestro Señor”. Y fui su testigo mientras permanecí entre ellos; más, cuando me ascendiste a ti, fuiste Tú Quien los supervisó; y Tú eres testigo de todas las cosas. Si los castigas, son tus siervos; y si los perdonas, Tú eres el Poderoso, el Sabio». Al-láh dirá: «Este es el día en que los veraces verán su veracidad recompensada. Obtendrán jardines por los cuales corren ríos, y allí vivirán eternamente». Al-láh estará complacido con ellos y ellos con Él; esa será la gran victoria." Corán (5: 116-119).

Por esto, el Mesías Jesús hijo de María -la paz sea con él - se desliga de los millones de personas que se llaman a sí mismos cristianos y creen que son seguidores de Cristo.

 3- Muhámmad el mensajero de Al-láh (el sello de los profetas y mensajeros)

Después del ascenso de Jesús -la paz sea con él- casi después de seis siglos, la gente se desviaba y se alejaba de la guía, y se abundaron la incredulidad, el desvío y la adoración de ídolos. Así que Al-láh envió a Muhámmad- que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- en la Meca Honrada en la tierra del Hijaz (Península Arábiga) con la guía y la religión de la verdad; para adorar a Al-láh sin asociarle nada ni nadie, proporcionando al profeta señales y milagros que indiquen su profecía y su Mensaje divino, para sellar a los mensajeros con él, para hacer de su religión el sello de las religiones y protegerla de alteraciones y cambios hasta el fin de la vida mundana y la llegada de la Hora. Entonces ¿Quién es Muhámmad? ¿Quién es su pueblo? ¿Cómo fue enviado? ¿Cuáles son las pruebas de su profecía? ¿Cuáles son los detalles de su biografía? Esto es lo que vamos a descubrir en estas páginas concisas.

 a- Su linaje

Él es Muhámmad hijo de Abdul-lah hijo de Abdul Muttalib hijo de Hachem hijo de Abd Manaf hijo de Qusay hijo de Kilab, su linaje llega hasta Ismael hijo de Abraham -la paz sea con ambos- de la tribu de Quraish y Quraish de los árabes. Nació en La Meca en el año 571 d.C. Su padre falleció antes de nacer y al ser un huérfano estuvo bajo el patrocinio de su abuelo Abdul Muttalib. Luego, cuando murió su abuelo, su tío paterno Abu Talib se hizo cargo de él.

 b- Sus características

Hemos mencionado anteriormente que el Mensajero elegido por Al-láh debe alcanzar la perfección humana espiritual, debe tener veracidad de habla y buenos modales. Así fue Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- fue honesto, digno de confianza, de buenos modales, bien hablado, elocuente, amado desde cerca y desde lejos, muy honrado y respetado entre su pueblo. Por ello, sus gentes le dieron el apodo del "confiable", y le depositaban sus bienes valiosos cuando viajaban (para que los cuidara).

Además de su buen carácter, su aspecto físico era hermoso y nadie se cansaba de mirarlo, tenía una cara blanca, unos ojos grandes, una pestañas largas, un cabello negro, tenía también hombros anchos, no era ni alto ni bajo, de estatura mediana, y más cerca a lo alto que a lo bajo. Uno de sus compañeros lo describe diciendo: "Vi al Mensajero de Al-láh- que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, con un traje yemení, y nunca he visto uno más guapo que él". El profeta fue iletrado; no sabía ni leer ni escribir y su pueblo tampoco. Encontrar a alguien que sabe leer y escribir era tan raro en su pueblo. Pero a pesar de esto, tenían una gran memoria y una inteligencia inédita.

 c- Quraish y los árabes

El pueblo del Profeta Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- vivía en la Meca Honrada cerca de la Casa Sagrada y la Kaaba que fue edificada por el profeta Abraham -la paz sea con él- y su hijo Ismael.

Sin embargo, con el paso del tiempo, se desviaron de la religión de Abraham (el monoteísmo puro) y colocaron - ellos y las tribus que los rodeaban - ídolos de piedra, árboles y oro alrededor de la Kaaba, los santificaron y creyeron que ¡Podrían beneficiar y perjudicar! Inventaron rituales de adoración para ellos, el más famoso de los ídolos fue el de Hubal, que era el más grande y respetado de los ídolos. Además de otros ídolos y árboles establecidos fuera de la Meca que son adorados en lugar de Al-láh, y rodeados por un aura de santidad como Al-Lat, Al-Uzza y Manat. La vida de la gente con los entornos a su alrededor estaba llena de arrogancia, orgullo, soberbia, agresión contra los demás y guerras feroces, aunque tenían algunos buenos modales como la valentía, honrar al invitado, la veracidad al hablar, entre otros.

 d- La profecía del Mensajero Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

Cuando el Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- alcanzó la edad de cuarenta años y estaba en la cueva de Hira en las afueras de La Meca, la primera revelación del cielo descendió sobre él, por lo que el ángel Gabriel se le acercó, lo cubrió y le dijo: Lee. Dijo el profeta: No sé leer. Luego lo abrazó por segunda vez hasta alcanzar un gran esfuerzo. Le dijo: Lee. Dijo el profeta: No sé leer. Luego lo abrazó por tercera vez hasta alcanzar un esfuerzo aún mayor. Le dijo: Lee. Dijo: ¿Qué voy a leer? el ángel Gabriel le dijo: "¡Lee! [¡oh, Muhámmad!] En el nombre de tu Señor, Quien creó todas las cosas. Creó al hombre de un coágulo adherente. ¡Recita! Tu Señor es el más Noble y Generoso. Él enseñó al hombre a escribir con el cálamo. Y le enseñó lo que no sabía." Corán (96: 1-5).

Entonces el ángel Gabriel fue y lo dejó, así que el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- regresó a su casa y a su esposa, asustado y aterrorizado. Le dijo a su esposa Jadiya: Cobíjame, porque temía por sí mismo, así que su esposa le dijo: No, por Al-láh, Al-láh nunca te deshonrará porque mantienes los lazos de parentesco, ayudas a todos y apoyas a quien recibe una desgracia.

Luego se le presentó el ángel Gabriel con su forma tal como fue cread ocultando todo el horizonte y le dijo al Profeta: "¡Oh Muhámmad!, yo soy el ángel Gabriel y tú eres el mensajero de Al-láh".

Luego se sigue la revelación divina ordenando al mensajero para predicar e invitar a su pueblo a la adoración de Al-láh el Único y advertirlos de la asociación (Shirk) y de la idolatría. Fue cuando el Profeta empezó a invitar a su pueblo uno por uno (al Islam), desde el más cercano [de su familia], para que se convirtieran al Islam; los primeros al convertirse fueron su esposa Jadiya Bint Juwailed, su amigo Abu Bakr As-Siddiq y su primo paterno Ali ibn Abi Taleb.

Luego, cuando su gente se enteró de su invitación al Islam, comenzaron a confrontarlo, a conspirar contra él y a amenazarlo. Salió a su gente una mañana y los llamó a todo con voz alta diciendo "Wa Sabbahah" (que es una palabra que dice alguien que quiere reunir gente) para que su gente se reúna para escuchar lo que se les dice. Cuando se reunieron, les dijo: "¿Acaso si les dijera que el enemigo está a punto de atacarlos por la mañana o por la tarde, me creerían? Ellos dijeron: No hemos conocido ninguna mentira de tu parte". Él dijo : "Os advierto de un castigo severo". Su tío paterno Abu Lahab le dijo: (él y su esposa estaban entre las personas más hostiles al Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-): Maldito seas, ¿Para esto que nos reuniste? fue cuando Al-láh lo reveló a Su Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- la siguiente Surah: "¡Maldito sea Abu Lahab y que perezca! De nada le servirán sus riquezas y sus hijos. Entrará en el fuego llameante (del infierno). Y su esposa, que portaba espinas (para depositarlas en el camino del Profeta con el fin de herirlo), tendrá (en el infierno) alrededor de su cuello una soga hecha con fibras de hojas de palmera." Corán (111: 1-5).

El Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- continuaba su invitación al Islam, aconsejando a su pueblo para convertirse al Islam y lograr la buena recompensa pero ellos le dijeron "¿Pretende que, en vez de adorar muchas divinidades adoremos solo una? Esto es realmente extraño".

Las aleyas coránicas fueron reveladas por Al-láh llamándolos a la guía y advirtiéndoles del desvío en el que están, y una de ellas fue el dicho de Al-láh -enaltecido sea-: "Diles (a los idólatras, ¡oh, Muhámmad!): «¿En verdad no creéis en Quien creó la tierra en dos días y adoráis,fuera de Él, falsas divinidades con quienes Lo equiparáis? (Y, no obstante) Él es el Señor de toda la creación». Y dispuso sobre la tierra firmes montañas que se elevan sobre ella y la bendijo. Y asignó el sustento (para sus criaturas en otros dos días). (Todo ello, la creación de la tierra y sus recursos tuvo lugar) en cuatro días de igual duración, para información de quienes preguntan al respecto. Después se dirigió al cielo, que entonces era humo, y le dijo a él y a la tierra: «Venid a Mí de buen grado o por la fuerza». Dijeron: «Venimos a Ti obedientes». Entonces configuró siete cielos (perfectos) en dos días e inspiró a cada uno de ellos su función. Y embelleció el cielo de este mundo con luces (estrellas) e hizo que sirviera de protección. Esta es la obra de Al-láh, el Poderoso, el Omnisciente. Y si se alejan (de la fe), diles (¡oh, Muhámmad!): «Os he advertido de un castigo como el que sufrieron los pueblos de 'Ad y de Zamud»." Corán (41: 9-13).

Pero estas aleyas y ese llamado solo aumentaron su arrogancia y soberbia al no aceptar la verdad; Por el contrario, comenzaron a torturar a todos los que ingresaron a la religión del Islam, especialmente a los débiles que no tenían a nadie que los protegiera, por lo que pusieron una gran piedra en el pecho de uno de ellos y lo arrastraron por los mercados en un calor extremo y le dijeron que no creyera en la religión de Muhámmad para salvarse del castigo. También murieron muchos debido a las torturas severas y feroces que recibieron.

En cuanto al Mensajero de Al-láh- que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- estaba bajo la protección de su tío paterno Abu Talib, quien lo amaba mucho y tenía compasión de él, y era uno de los hombres más nobles de la tribu de Quraish, pero no se convirtió al Islam.

Sin embargo, [la tribu de] Quraish trató de negociar con el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- sobre su invitación, por lo que le ofrecieron dinero, poder y muchas ofertas, con la condición de que dejara de llamar a esta nueva religión, que ofendía a sus dioses que ellos santificaron y adoraron en lugar de Al-láh. Pero la respuesta del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- fue decisiva ya que este es un asunto que Al-láh le ordenó transmitirlo al pueblo, y si lo abandonaba, Al-láh lo habría castigado. Y les dijo a su pueblo: Quiero el bien para ustedes, y ustedes son mi gente y mi clan. "Os juro por Al-láh, si dijera una mentira a toda la gente, no os mentiría a vosotros, y si engañara a toda la gente, no os engañaría a vosotros".

Cuando no se encontró negociación para detener el llamado, la hostilidad del Quraish hacia el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, y hacia sus seguidores se aumentó. Los Quraishitas le pidieron a Abu Talib que entregara a Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- para matarlo y en contrapartida darían a Abu Taleb lo que quiera, o que detenga el llamado a su religión entre ellos, por lo que su tío le pidió que dejara de llamar a esta religión.

Fue cuando el Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, le dijo: "Tío mío, por Al-láh, si ponen el sol en mi mano derecha y la luna en mi izquierda, con la condición de que deje esta religión, no la dejaría hasta que Al-láh la haga triunfar o que me muera defendiéndola”.

Su tío dijo: Vete y llama a tu religión como quieras. Por Al-láh, si aún estoy vivo no te causarán ningún daño. Cuando Abu Talib estaba a punto de fallecer teniendo a los líderes incrédulos de Quraish a su alrededor, el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- se acercó de él instándolo a entrar en el Islam y diciéndole: Oh tío mío, di una palabra con la cual te defiendo ante Al-láh, di que no no hay divinidad que merece ser adorada fuera de Al-láh, entonces los líderes le dijeron: ¿Quieres dejar la religión de Abdul Muttalib? (¿Quieres dejar la religión de tus padres y ancestros?). Así que rechazó dejar la religión de sus antepasados y entrar en la religión del Islam, por lo que murió incrédulo. Fue cuando el Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- se entristeció mucho por su tío paterno quien murió sin convertirse al Islam. Entonces Al-láh -enaltecido sea- le dijo: Tú no puedes hacer que quien quieres acepte la fe (¡oh, Muhámmad!), sino que es Al-láh Quien guía hacia la fe a quien desea. Y Él sabe mejor quiénes (merecen) ser guiados. Corán (28: 56).

El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, recibió mucho daño tras la muerte de su tío paterno Abu Talib; los incrédulos solían sacar el resto (de los animales) y ponérselo en su espalda mientras rezaba en la Kaaba.

Luego, el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- salió a la ciudad de Taif para invitar a su gente al Islam, (una ciudad a 70 km de La Meca). La gente de Taif enfrentó su llamado con más severidad y crueldad que la gente de La Meca, y pidieron de sus tontos apedrear al Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y lo expulsaron de Taif, por lo que lo siguieron arrojándole piedras hasta que sangraron sus pies.

Entonces el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- se dirigió a su Señor, suplicándole y buscando Su ayuda, fue cuando Al-láh le envió un ángel, y le dijo: “Tu Señor ha oído lo que ha dicho tu pueblo, si lo desea, les hago caer Al-Akhshabain sobre ellos - es decir, las dos grandes montañas - él dijo: "No, pero espero que Al-láh haga salir de ellos una descendencia que le adoren solo a Él y no asocian nada con Él".

Luego, el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, regresó a La Meca, y la hostilidad y la confrontación de su pueblo continuó hacia todos los que creían en él. Luego, un grupo de gente de la ciudad de Yatrib, que más tarde se llamó con el nombre de Medina - vino al Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y los invitó al Islam y ellos abrazaron el Islam, por lo que envió a uno de sus compañeros con ellos llamado 'Mus'ab bin Umair' para presentarles las enseñanzas del Islam, y gracias a él mucha gente de la Medina abrazó el Islam.

Y vinieron al Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- a partir del año siguiente, prometiéndole lealtad por el Islam. Luego el Profeta ordenó a sus compañeros perseguidos que emigraran a Medina, por lo que emigraron grupos e individuos - y fueron llamados los Mujayirin (los emigrantes) - y la gente de Medina los recibieron con honor, bienvenida y aceptación, y los agregaron en sus casas y compartieron con ellos su dinero y sus casas - y estos últimos fueron llamados los Ansar (los auxiliadores).

Luego, cuando los Quraishitas se enteraron de esta emigración, decidieron matar al Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- por lo que decidieron sitiar su casa en la que se alojaba y cuando salía, lo golpearían con la espada juntos como el golpe de un solo hombre, por lo que Al-láh lo salvó de ellos y salió sin que dieron cuenta, y Abu Bakr As-Siddiq lo siguió y le ordenó a Ali que se quedara en La Meca para devolver los bienes depositados con el Mensajero a sus dueños.

En el camino a la emigración, los Quraishitas prepararon una gran recompesa para aquellos que capturan a Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, vivo o muerto, pero Al-láh lo salvó de ellos, por lo que llegó a Medina con su compañero sano y salvo.

Así que la gente de la Medina lo recibió con tanta felicidad y gran alegría, y todos salieron de sus casas para recibir al Mensajero de Al-láh, diciendo: Ha venido el Mensajero de Al-láh, ha venido el Mensajero de Al-láh.

El Mensajero- que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- se estableció en Medina empezando con la construcción de la mezquita en la cual realizaba las oraciones, enseñaba las enseñanzas del Islam y la recitación del Corán y se fortaleció el vínculo de fraternidad entre sus compañeros quienes aprendieron la buena guía y purificaron sus almas con los buenos modales y se profundizó también su amor hacia el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- teniendo así unas características supremas y unos lazos de fe auténticos. En efecto, la Medina se ha convertido en una ciudad ideal en la cual se vive en un ambiente de felicidad y fraternidad, sin diferencia para sus habitantes entre ricos o pobres, blancos o negros, árabes o no árabes, y no se prefieren sino con la fe y la piedad. De estas élites nació la mejor generación conocida en toda la historia.

Después de un año de la emigración del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- empezaron las batallas: la tribu de Quraish y sus aliados contra el Profeta y sus compañeros.

La primera batalla fue la de "Badr Al Kubra" que tuvo lugar en un valle entre la Meca y la Medina, los musulmanes que eran 314 triunfaron ante unos 1000 incrédulos quraishitas. Fue una victoria inédita y se mató a setenta de los lideres incrédulos de Quraish, se cautivó a setenta otros y el resto huyó.

Luego se dieron muchas otras batallas entre la tribu de Quraish y el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- quien pudo al final (después de ocho años de su salida de la Meca) tener un ejército de 10.000 combatientes de los conversos al Islam y se dirigieron a la Meca Honrada para combatir a la tribu de Quraish y lograr una victoria exitosa derrotando a la gente quien intentó matarle, torturó a sus compañeros y repelió la propagación de la religión de Al-láh.

Luego los reunió después de la famosa victoria y les dijo: "Oh tribu de Quraish, ¿Qué creéis que os haría? Dijeron: Un hermano honorado y el hijo de un hombre generoso. Él dijo: Así que idos, estáis libres." Los perdonó y les dejó la libertad de abrazar la religión del Islam.

Esto fue una causa de la conversión de mucha gente al Islam y de toda la peninsula arábiga más tarde.

Y después de poco tiempo, el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- peregrinaba a la Meca con unos 114.000 personas conversas recientemente.

Así que el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- hizo un sermón el día de la mayor peregrinación, explicándoles las normas de la religión y las leyes del Islam, luego les dijo: Quizás no me reuniré con ustedes después de este año, pero déjenme informarles y que el presente informe al ausente, luego los miró y dijo: ¿Acaso el mensaje divino os habéis llegado? La gente le dijo: Sí, por supuesto. Él dijo: Oh Al-láh, sea testimonio de lo que afirman.

Entonces el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- regresó a Medina después de la peregrinación, y un día se dirigió a la gente y les dijo que un siervo a quien Al-láh ha propuesto o la eternidad en este mundo o estar en compañía con Al-láh, entonces eligió la compañía de Al-láh, entonces los compañeros lloraron por entender que la muerte del Profeta haía llegado. El lunes, el duodécimo del tercer mes de la Hégira, en el undécimo año de la Hégira, el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- se enfermó gravemente y comenzó la agonía de la muerte, y falleció después de despedir a los compañeros y recomendarles conservar la realización de la oración.

Los Compañeros -que Al-láh esté complacido con ellos- quedaron conmocionados por la muerte del Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, y sintieron dolor y tristeza inmensos, y la tragedia los afectó hasta el punto de que uno de ellos, Omar Ibn Al-Jatab, que Al-láh esté complacido con él, se levantó y blandió su espada por el horror de la sorpresa diciendo: Si escucho a alguien decir que el Mensajero de Al-láh murió, lo golpearé el cuello con mi espada.

Fue cuando Abu Bakr As-Siddiq le recordaba la aleya que dice: "Muhámmad no es más que un mensajero, y hubo otros antes de él. ¿Acaso si muriera o lo mataran daríais la espalda a la verdad (volviendo a la incredulidad)? Y quien eso hiciera no perjudicaría en nada a Al-láh. Y Al-láh recompensará a los agradecidos (que se mantienen firmes en su fe)." Corán (3: 144). Al escuchar esta aleya coránica, Omar cayó desmayado.

Éste es Muhámmad, el Mensajero de Al-láh y el Sello de los Profetas y Mensajeros, Al-láh lo envió a todas las gentes como portador de la buena noticia y como advertencia, por lo que transmitió el mensaje, cumplió la promesa y aconsejó a la nación.

Al-láh le había apoyado con el Sagrado Corán, la palabra divina revelada desde el cielo. "Todo en él es verdad, y la falsedad no puede acercársele por ninguna dirección, pues es una revelación del Sabio y digno de toda alabanza." Corán (41: 42). Y si se reuniera toda la humanidad desde el inicio hasta el fin del mundo para escribir un libro igual al Corán, no podrían lograrlo de ningún modo.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "¡Oh, gentes!, adorad a vuestro Señor, Quien os ha creado a vosotros y a quienes os precedieron para que pudierais ser piadosos. Él es Quien ha hecho para vosotros de la tierra un lugar para que residáis en él, y del cielo, un techo (protector). Y Él es Quien hace descender agua del cielo para que con ella broten frutos para vuestra provisión. Así pues, no adoréis a otros además de a Al-láh equiparándolos con Él, siendo que tenéis conocimiento (de que Él es el único Creador). Y, si tenéis dudas sobre lo que hemos revelado a Nuestro siervo (Muhámmad), producid una sura similar en algo a esta y llamad a quienes adoráis en lugar de Al-láh (para que os ayuden), si es verdad lo que decís. Mas, si no lo hacéis -y no podréis hacerlo-, guardaos de un fuego que tiene por combustible a los hombres y a las piedras, y ha sido preparado para quienes rechazan la verdad. Y dales la buena noticia a quienes creen y actúan con rectitud que tienen reservados (en el paraíso) jardines por los cuales corren ríos. Cada vez que se les provea de frutos de dichos jardines, dirán: «Esto se nos había dado como sustento con anterioridad», más los frutos que se les habían concedido (en la vida terrenal) eran solo parecidos (en la forma). Y allí tendrán esposas purificadas y serán inmortales." Corán (2: 21-25).

Este Corán se compone de ciento catorce capítulos y más de seis mil aleyas, en lo cual Al-láh desafió a toda la humanidad en todos los tiempos para producir un capítulo similar al del Corán cuyo capítulo más corto se compone de tan solo tres aleyas.

Y si pudieran hacerlo podrían decir que este Corán no es de Al-láh pero no lo lograron. De hecho, este desafío es uno de los milagros que apoyaba la veracidad del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, además de muchos otros milagros entre los cuales citamos:

 e- Apoyar al profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- con los milagros:

1- Solía suplicar a Al-láh y poner la mano en una vasija, y el agua brotaba de entre sus dedos hasta que todo el ejército bebía, y su número excedía los mil hombres.

2- Solía suplicar a Al-láh y poner la mano en la comida para que su cantidad se aumentara y la comida se aumentaba en el plato hasta bastar a 1500 de los compañeros.

3- Levantaba las manos al cielo suplicando y rezaba pidiendo lluvia, y no dejaba su lugar hasta que la lluvia caía sobre su honorable rostro. Y muchos otros milagros.

Fue protegido por Al-láh, nadie puede causarle daño, ni matarlo ni encender esta luz que le vino desde Al-láh. Al-láh -enaltecido sea- dice: "¡Oh, Mensajero! Comunica [completamente] lo que te ha sido revelado por tu Señor. Si no lo haces, no habrás hecho llegar Su Mensaje. Dios te protegerá de la gente [que intenta impedir que cumplas con tu misión]." (Corán 5: 67).

El Mensajero de Al-láh, -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- con el apoyo de Al-láh para él- fue un buen ejemplo en todos sus actos y dichos, y fue el primero en aplicar las órdenes que le llegaron de Al-láh. Era el más practicante y diligente en hacer actos de adoración y obediencia, y el más generoso, si tenía dinero en la mano lo gastará en el camino de Al-láh para los necesitados y los pobres, e incluso su herencia, dijo a sus compañeros: "Nosotros los profetas no dejamos herencia, lo que dejamos será una caridad". [1]

En cuanto a los modales, nadie puede alcanzar el buen carácter del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, todos los que le acompañan le querían profundamente, hasta convertirse más querido que sus padres, sus hijos y toda la gente.

Anas ibn Malik, el siervo del Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dice: “No he tocado una mano mejor, más suave o más fragante que la mano del Mensajero de Al-láh, y le he servido durante diez años no me dijo sobre algo que hice, por qué lo hice o sobre algo que no hice, por qué no lo hiciste" [2].

Éste es Muhámmad, el Mensajero de Al-láh, a quien Al-láh ha exaltado su rango y elevado su mención en los mundos. Ningún ser humano se menciona hoy y antes como él. Durante mil cuatrocientos años, millones de minaretes por todas partes todos los días llamaban cinco veces diciendo: "Atestiguo que Muhámmad es el Mensajero de Al-láh", unos cientos de millones de fieles en sus oraciones diarias dicen decenas de veces: "Doy testimonio de que Muhámmad es el Mensajero de Al-láh".

 f- Los compañeros honrados:

Los nobles compañeros llevaron el llamado del Islam después de la muerte del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y partieron con él por el este y el oeste de la tierra, fueron verdaderamente los mejores defensores de esta religión, fueron los más veraces, justos, honestos, e interesados por guiar a la gente y transmitir el bien.

Tuvieron la moral de los profetas y aprendieron de sus atributos. Esta moralidad tuvo un aparente impacto en los pueblos de la tierra que aceptaron esta religión, por lo que entraron sucesivamente en la religión de Al-láh en grupos desde África Occidental hasta Asia Oriental y Central y el centro de Europa, por amor a esta religión sin coacción ni obligación.

Son los compañeros del Mensajero de Al-láh y los mejores hombres después de los profetas, los más destacados son los cuatro califas bien guiados quienes gobernaron el Estado del Islam después del fallecimiento del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y ellos son:

1- Abu Bakr As-Siddiq.

2- Omar ibnul Jattab.

3- Uzmán ibnu Affan.

4- Ali ibnu Abi Taleb.

Los musulmanes sienten gratitud y aprecio hacia ellos, y se acercan más a Al-láh -enaltecido sea- a través del amor de Su Mensajero y el amor de los compañeros y compañeras de Su Mensajero, los respetan y los colocan en su rango apropiado.

Cualquier persona que les odia, les insulta o les menosprecia será incrédulo hasta si pretende ser musulmán. Al-láh les alabó en el Sagrado Corán diciendo: [¡Musulmanes!] Son la mejor nación que haya surgido de la humanidad porque ordenan el bien, prohíben el mal y creen en Dios.” Corán (3: 110).

Y afirmaba Su satisfacción y agrado hacia los compañeros cuando juraron la fidelidad con el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- diciendo -glorificado sea- en el Sagrado Corán: "Al-láh se complació con los creyentes cuando te juraron fidelidad bajo el árbol (en Hudaibiyah) y sabía lo que había en sus corazones. Hizo descender el sosiego sobre ellos y los recompensó con una cercana victoria (en Jaibar)." Corán (48: 18).

 4- Los pilares del Islam

El Islam tiene cinco pilares principales que todo musulmán y musulmana deben practicar:

 El primer pilar: El testimonio de que ninguna deidad merece adoración excepto Al-láh y de que Muhámmad es el mensajero de Al-láh.

Es la primera frase que debe decir quien se convierte al Islam, dice: (atestiguo que no hay divinidad que merece ser adorada salvo Al-láh y atestiguo que Muhámmad es el siervo y mensajero de Al-láh) conociendo su sentido y creyendo en ella, como hemos explicado anteriormente.

Debe creer que Al-láh es el único Dios que no engendró ni ha sido engendrado, ni tiene igual, y que Él es el Creador y todo lo demás es creado, y que solo Al-láh es el Dios digno de adoración y que Muhámmad es el siervo y mensajero de Al-láh quien recibió la revelación divina de los cielos y quien transmitió sus mandamientos y prohibiciones, debe creer en lo que dijo, obedecer lo que ordenó y evitar lo que prohibió y reprendió.

 b- El segundo pilar: La realización de la oración:

Y en la oración aparecen los rasgos de servidumbre y sumisión a Al-láh el Altísimo; el siervo se encuentra obediente recitando los versículos del Corán, recordando a Al-láh con los diferentes tipos de súplicas y alabanzas, inclinando y postrando, suplicando y pidiendo las gracias de Al-láh. Entonces la oración es un lazo entre el siervo y su Creador Quien sabe lo aparente y lo oculto. Todo esto lleva al amor de Al-láh para su siervo, Su cercanía y Su satisfacción, pero quien dejó el recuerdo de Al-láh por soberbia de servidumbre a Él, Al-láh se enojó de él y lo maldijo y así abandona la religión del Islam.

La oración debe realizarse cinco veces e incluye unos actos y la recitación del capítulo de Al-Fatiha: "(Empiezo) con el nombre de Al-láh, el Clemente, el Misericordioso. Todas las alabanzas son para Dios, Señor de todo cuanto existe, El Clemente, el Compasivo Soberano del Día del Juicio Final. Solo a Ti adoramos y solo a Ti pedimos ayuda. Guíanos por el camino recto, el camino de quienes has agraciado, no el de quienes han incurrido en Tu ira ni el de quienes se han extraviado (a pesar de conocer la verdad). Corán (1: 1-7). La oración incluye la recitación de algunas aleyas del Corán, la inclinación (Ruku'), la postración (Suyud), las súplicas, Takbir (decir Alahu Akbar), Tasbih en la inclinación con (subhana rabil Adhim) y en la postración con (Subhana rabi al A'ala).

Y antes de realizar la oración, la persona debe purificarse de las impurezas (la orina y las heces) purificando su cuerpo, su vestimenta y el lugar donde reza, realizando la ablución menor lavando su rostro y sus manos, pasando sus manos mojadas sobre la cabeza y lavando sus pies.

Si está impuro (debido al coito), en este caso debe realizar la ablución mayor pasando agua sobre todo el cuerpo.

 c- El tercer pilar: la caridad obligatoria (Zakat)

Los ricos deben pagar un porcentaje determinado de sus bienes a los pobres y necesitados de la sociedad para satisfacer sus necesidades. Si se trata de dinero el porcentaje es de 2.5 por ciento que se da a quien lo merece legalmente.

Este pilar lleva a la solidaridad entre los miembros de la sociedad además de aumentar el amor y la colaboración lo que elimina el rencor y la envidia. Todo esto lleva al crecimiento y desarrollo económico y la circulación de dinero de manera eficaz y beneficiosa entre los diferentes estratos sociales. Y esta caridad es obligatoria en todos los bienes sea dinero, ganados, frutas, cereales, fondos comerciales u otros según porcentajes diferentes para cada tipo de bienes.

 d- El cuarto pilar: el ayuno en Ramadán

El ayuno consiste en abstenerse de comer, beber y mantener relaciones maritales desde la aparición del alba hasta el ocaso, durante todos los días del mes de Ramadán.

Y el mes de Ramadán en el cual se debe realizar el ayuno es el noveno mes lunar, y es el mes en lo cual empezaba la revelación del Corán sobre el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

Al-láh -exaltado sea- dijo: “En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio. Quien presencie la llegada de [la Luna nueva de] el mes deberá ayunar.” (Corán 2: 185).

Entre los grandes beneficios del ayuno está el acostumbrarse a la paciencia y fortalecer el grado de piedad y de fe en el corazón, porque el ayuno es una adoración secreta entre el siervo y Al-láh. Ya que si está solo en su hogar puede comer y beber y nadie sabe de su desayuno, pero el siervo deja todo esto obedeciendo las órdenes de Al-láh el Único y esa fue una razón para que se aumentan la fe y la piedad, y por eso la recompensa de los que ayunan es grandiosa y los ayunantes entran al paraíso desde la puerta del Rayán. El musulmán puede ayunar voluntariamente en cualquier día del año salvo los de la fiesta del desayuno y lo de la fiesta del sacrificio.

 e- El quinto pilar: la peregrinación a la Casa Sagrada

Es obligatorio para cada musulmán realizar el peregrinaje una vez en su vida -si tiene las capacidades-, y sería voluntario que se realice más que una vez. Al-láh -enaltecido sea- dice: "Es una obligación para los musulmanes peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas}." Corán (3: 97). El musulmán viaja a los lugares de ritos en La Meca Honrada en el mes del peregrinaje, que es el último de los meses lunares del calendario de la Hégira. Antes de entrar en La Meca, el musulmán se quita la ropa y usa el vestido del Ihram, que consiste en dos túnicas blancas.

Luego realiza los actos de peregrinaje como la circunvalación alrededor del Kaaba honrada, correr (As-Sa'i) entre los montes de As-Safa y Al Marwa, quedarse en Aarafa, y pasar la noche en Muzdalifa, entre otros actos de adoración.

El peregrinaje es la reunión más grande de musulmanes en la faz de la tierra, donde prevalecen la fraternidad, la misericordia y los consejos. Su ropa es una, y sus rituales son uno, y no hay preferencia por uno de ellos sobre el otro excepto con la piedad, y la recompensa por el peregrinaje es grande. El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: (Quien realice el peregrinaje y no cometa pecados ni inmoralidades, será liberado de sus pecados como el día en que su madre lo dio a luz) [3]


 5- Los pilares de la fe:

Si sabe que los pilares del Islam son los rituales externos del musulmán y su ejecución indica que está abrazando la religión del Islam, hay pilares dentro del corazón en los que un musulmán debe creer para que su Islam sea verdadero llamados los pilares de la Fe. Y cada vez que se aumenta la creencia en el corazón se aumenta el grado de fe y Esto es un grado más alto que lo del Islam, por lo tanto todo creyente es musulmán, pero no todos los musulmanes han alcanzado el grado de creyentes.

Seguro que tiene la base de la fe pero puede ser que su fe sea incompleto.

Los pilares de la fe son seis:

La fe consiste en: creer en Al-láh, en Sus ángeles, en Sus libros sagrados, en Sus mensajeros, en el Día del Juicio y en la predestinación, tanto para lo bueno como para lo malo.

El primer pilar: creer en Al-láh, para que el corazón se llene de amor a su Señor, reverencia, humillación ante Él, y obediencia a sus mandamientos solo, sin compañero ni socio, así que el corazón está lleno de temor de Al-láh y esperanza en lo que tiene y así la persona se convierte en uno de los siervos piadosos que sigue el camino recto.

El segundo pilar: Creer en los ángeles que son siervos de Al-láh y creados de luz, su número es abundante y están en los cielos y en la tierra. Fueron creados para adorar, recordar y glorificar a Al-láh “Ellos glorifican de día y de noche, sin cesar". "No desobedecen a Al-láh en lo que Él les ordena, sino que ejecutan Sus órdenes." Corán (66: 6). Cada uno de ellos tiene su función que Al-láh le ha creado por ella, por lo que algunos de ellos son los portadores del trono, y entre ellos está el encargado de tomar las almas (el ángel de la muerte), y entre ellos está el que desciende con la revelación del cielo, y él es Gabriel, la paz sea con él, y él es el mejor de ellos, y entre ellos están los tesoreros del Paraíso y los del Infierno, y otros de los ángeles justos que aman a los creyentes entre los humanos y buscan perdón y súplica por ellos.

El tercer pilar: Creer en los libros revelados:

Así que el musulmán cree que Al-láh reveló los Libros Sagrados a Sus Mensajeros que Él quiso que contengan la verdadera noticia y el mandato justo de Él- glorificado sea- y que Él reveló la Torá a Moisés, el Evangelio a Jesús, a David el Salmos, y a Abraham los rollos, pero estos libros fueron falsificados. Debe también creer que Al-láh ha revelado el Corán sobre el sello de los profetas Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y que reveló aleyas sucesivas durante unos veintitrés años, y fueron preservados de toda alteración y cambio: Yo he revelado el Corán y Yo soy su custodio. Corán (15: 9).

El cuarto pilar: La creencia en los mensajeros:

(Esto se ha presentado en detalles anteriormente) y que todas las naciones a lo largo de la historia les han enviado profetas cuya religión es una y su Señor es uno que llama a la humanidad a unificar a Al-láh y adorarlo y advirtiéndola contra la incredulidad, el politeísmo y la desobediencia. "No hubo ninguna nación a la que no se le haya enviado un amonestador." Corán (35: 24). Son seres humanos que fueron elegidos por Al-láh para transmitir Su mensaje divino: "Te he descendido la revelación como lo hice con Noé y con los Profetas que le sucedieron, con Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, las doce tribus, Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. A David le he revelado los Salmos. Y te hemos contado la historia de algunos de los mensajeros que enviamos y de otros no. Y Al-láh habló a Moisés directamente. (Hemos enviado) mensajeros como portadores de buenas noticias (a quienes les siguieran) y como amonestadores (a quienes les desobedecieran) para que, tras su llegada, los hombres no tuvieran ninguna excusa ante Al-láh (por no haber seguido Su religión). Y Al-láh es Poderoso y Sabio." Corán (4: 163-165). El musulmán cree en todos los profetas, los ama a todos y los apoya a todos, y no diferencia entre ninguno de ellos. Quien desmiente a uno de ellos, o lo insulta es como si ha desmentido a todos ellos.

El mejor, el más privilegiado ante Al-láh y el sello de los profetas es Muhámmad -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

El quinto pilar: La creencia en el Día del Juicio:

Al-láh resucita a la gente de sus tumbas para el retorno el día de la Resurrección para juzgarles según sus obras en la vida mundana: El Día (de la Resurrección) en que la tierra será sustituida por otra tierra distinta, así como los cielos, todos comparecerán ante Al-láh, el Único, el Dominador Supremo. Corán (14: 48).

"Cuando el cielo se rompa, cuando los astros se dispersen (abandonando sus órbitas); cuando los mares se entremezclen; cuando las tumbas expulsen a los muertos; entonces, todos sabrán las buenas y las malas acciones que realizaron." Corán (82: 1-5).

"¿Acaso no ve el hombre que lo creamos a partir de una mínima cantidad de esperma (nutfah)? Y sin embargo discute manifiestamente (el poder de su Señor). Y nos pone una pregunta a modo de ejemplo y olvida su propia creación. Dice: «¿Quién dará vida a los huesos una vez estén desintegrados?». Dile (¡oh, Muhámmad!): «Les dará vida Quien los creó por primera vez». Y Él tiene conocimiento sobre toda la creación. Él es Quien produce para vosotros fuego del árbol verde, y podéis encender (hogueras) con él. ¿Acaso Quien creó los cielos y la tierra no tiene poder para crear algo similar? ¡Por supuesto que sí! Y Él es el Creador Supremo, el Omnisciente. Ciertamente, cuando desea crear cualquier cosa, Le basta con decir «sé» y es. glorificado sea Aquel a Quien pertenece el dominio de todas las cosas y a Quien retornaréis (el Día de la Resurrección)." Corán (36: 77-83).

"Y dispondré la balanza de la justicia el Día de la Resurrección, y nadie será oprimido en lo más mínimo. Todas las obras, aunque sean tan ínfimas como un grano de mostaza, serán tenidas en cuenta. Nadie lleva las cuentas mejor que Yo." Corán (21: 47).

“Quien haya realizado una obra de bien, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada. Y quien haya realizado una mala obra, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada.” Corán (99: 7-8). Las puertas del Infierno se abren para quienes merecen la ira de Al-láh y Su castigo doloroso, y las puertas del Paraíso se abren para los creyentes quienes obraron el bien. "Y los ángeles acudirán a su encuentro [cuando surjan de las tumbas y les dirán]: Éste es el día que se os había prometido." Corán (21: 103). Y quienes rechazaron la verdad serán conducidos al infierno en grupos. Y cuando lleguen a él, se abrirán sus puertas y sus guardianes les dirán: «¿Acaso no os llegaron mensajeros de Al-láh de entre vosotros que os recitaban la revelación de vuestro Señor y os advertían sobre vuestro encuentro con este día?». Dirán: «¡Sí!, en verdad nos llegaron». Y se cumplirá la promesa del castigo de Al-láh sobre quienes negaron la verdad. Y quienes hayan temido a Al-láh serán conducidos al paraíso en grupos. Y cuando lleguen a él y se abran sus puertas, sus guardianes les dirán: «La paz esté con vosotros. Habéis obrado bien. Entrad, pues, en el paraíso, donde permaneceréis para siempre». Y ellos dirán: «¡Alabado sea Al-láh, Quien ha cumplido Su promesa y nos ha hecho habitar la tierra del paraíso para que nos establezcamos donde queramos dentro de él!». ¡Qué excelente recompensa para quienes han obrado bien!" Corán (39: 71- 75).

Esto es el Paraíso en el que hay tal bienaventuranza que ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y ningún corazón humano ha imaginado jamás. "Nadie sabe la felicidad que les ha sido reservada (a los creyentes) como recompensa por sus acciones. ¿Acaso pueden compararse los creyentes con los rebeldes (que se han negado a obedecer a Al-láh)? No, no pueden compararse. Quienes hayan creído y obradorectamente morarán en los jardines del paraíso como recompensa por lo que hicieron. Mas quienes se hayan rebelado (contra Al-láh) habitarán en el fuego. Cada vez que intenten salir serán devueltos a él y se les dirá: «Sufrid el castigo del fuego que negabais (en la vida terrenal)»." Corán (32: 17-20).

Ésta es la descripción del paraíso prometido a los piadosos: en él hay ríos de agua de propiedades inmutables, ríos de leche cuyo sabor nunca se ve alterado, ríos de vino (no embriagador) que son una delicia para quien beba de ellos y ríos de la miel más pura. Y dispondrán allí de todo tipo de fruta y obtendrán el perdón de su Señor. ¿Acaso (su situación) puede compararse con la de quienes habitarán eternamente en el fuego y recibirán para beber un agua hirviendo que destrozará sus intestinos? Corán (47:15). "Los piadosos disfrutarán de jardines y delicias. Estarán complacidos con lo que su Señor les concederá y los habrá protegido del castigo del fuego. (Se les dirá:) «Comed y bebed alegremente como recompensa por lo que hicisteis». Estarán reclinados sobre divanes alineados, unos frente a otros. Y les daremos por esposas a huríes de hermosos y grandes ojos." Corán (52: 17-20).

Que Al-láh nos haga de los moradores del Paraíso.

El sexto pilar: La Creencia en la predestinación divina para bien o para mal.

Y que cada acto en este universo es prescrito y decretado por Al-láh -enaltecido sea-, "Todas las desgracias que suceden en la tierra y que os suceden a vosotros mismos constan en un registro junto a Al-láh y fueron decretadas antes de que ocurriesen; y eso es fácil para Él." Corán (57: 22).

"Realmente, todo lo hemos creado en su justa medida según un decreto previo (que consta en la Tabla Protegida)." Corán (54: 49). "¿Acaso no sabes (oh, Muhámmad) que Al-láh tiene conocimiento de cuanto hay en los cielos y en la tierra? Todo está escrito en un registro (la Tabla Protegida), y ello es fácil para Al-láh." Corán (22: 70).

Aquellos que completaron y creyeron en estos seis pilares de fe verdaderamente estaban entre los siervos creyentes en Al-láh. Sin embargo la gente se diferenciaba en grados de fe, prefiriéndose unos a otros, y los niveles más altos de fe fueron el grado de benevolencia, que es para alcanzar el rango de “Adora a Al-láh como si lo vieras, ya que si tú no lo ves, Él te está viendo a ti” [4]. Y estos son los más piadosos de la gente que lograron los grados más altos y las moradas más elevadas del Paraíso.


 6- Las enseñanzas del Islam y sus modales:

 a- Las órdenes:

Éstas son algunas de los modales del Islam y de sus etiquetas que vamos a mencionar brevemente. De hecho, el Islam se interesa por la cortesía de la comunidad musulmana, y estas etiquetas provienen de las principales fuentes del Islam; el Libro de Al-láh (el Sagrado Corán) y los hadices del Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

 1- La veracidad al hablar:

El Islam obliga a sus fieles para ser veraces, considerándola una característica necesaria para ellos que no deben abandonar bajo ninguna circunstancia. Y les advierte severamente contra la mentira y los repelen con palabras claras en el Sagrado Corán: "¡Oh, creyentes!, temed a Al-láh (obedeciendo Sus mandatos) y permaneced con quienes son sinceros en su fe." Corán (9: 119). Y el Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: “Sed honestos y veraces, porque la verdad conduce a las buenas acciones y las buenas acciones conducen al Paraíso, y si una persona dice la verdad y la honestidad y la verdad son su objetivo, será registrado como veraz ante Al-láh. Evitad la mentira, porque la mentira conduce a la maldad y la maldad al Infierno, y si un hombre es mentiroso y la mentira es su objetivo, será registrado ante Al-láh como mentiroso”.

En efecto, la mentira no es carácter de un creyente sino de un hipócrita [5], el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: "Los signos del hipócrita son tres: Cuando habla, miente. Cuando celebra un pacto, lo quebranta. Si promete, no cumple."[6]

Por ello, los nobles compañeros eran veraces, hasta que uno de ellos dijo: No conocíamos la mentira en la época del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

 2- Cumplir las promesas y ser justo con la gente:

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Al-láh os ordena que restituyáis a sus dueños lo que se os haya confiado, y que cuando juzguéis entre los hombres lo hagáis con equidad." Corán (4: 58). Y dice, glorificado sea: "Cumplan con sus compromisos, porque se los interrogará por ellos. Y (cuando comerciéis) dad la medida justa y pesad con una balanza exacta (para que seáis justos), pues, al final, es lo mejor y más conveniente para vosotros." Corán (17: 34-35).

Alabó a los creyentes describiéndoles con: "Son quienes cumplen su compromiso con Al-láh y no quebrantan ningún tipo de pacto." Corán (13: 20).

 3- La modestia y la no arrogancia:

El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- era una persona tan humilde, que se sentaba entre sus compañeros como uno de ellos, y odiaba que la gente se levantara cuando venía. Iba con el necesitado y le ayudaba a satisfacer sus necesidades. También ordenaba a los musulmanes diciéndoles: (Al-láh me reveló ser humilde para que nadie se enorgullezca de otro y nadie oprima a otro) [7].


 4- La generosidad y la inversión en el buen camino:

Al-láh -exaltado sea- dijo: !Y toda caridad que deis será en vuestro beneficio, si lo hacéis buscando la complacencia de Al-láh. Y toda caridad que deis os será recompensada, y no seréis tratados con injusticia." Corán (2: 272). También Al-láh ha alabado a los creyentes describiendo sus actos nobles: "Dan comida al pobre, al huérfano y al cautivo, a pesar de desearla para ellos mismos." Corán (76: 8). La generosidad es un atributo del Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y los creyentes quienes le siguieron. Al tener dinero o algún otro bien lo gastaba directamente en causas benéficas. Dyabir- que Al-láh esté complacido con él- uno de los compañeros del Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: "Al Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- siempre que le pedían algo nunca decía: no." Llama a ser generoso con el huésped diciendo: Quien crea en Al-láh y en el día del Juicio Final, que hable el bien o que calle. Y quien crea en Al-láh y en el día del Juicio Final, que sea generoso con su vecino. Y quien crea en Al-láh y en el día del Juicio Final, que sea generoso con su huésped.

 5- La paciencia y soportar las desgracias:

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Y sé paciente ante la adversidad. Ciertamente esto es parte de lo que Al-láh prescribió y requiere entereza." Corán (31: 17). Y dice, glorificado sea: "¡Oh, creyentes!, buscad ayuda en la paciencia y en la salat. En verdad, Al-láh está con los pacientes." Corán (2: 153). Y Él -exaltado sea- dijo también: "Y a quienes sean perseverantes les multiplicaremos la recompensa de sus obras." Corán (16: 96). El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- fue una persona perseverante y tuvo una gran paciencia y resistencia al daño, y no devolvió nunca el mal por un mal. Su gente lo lastimó mientras los invitaba al Islam, y lo golpearon hasta que se desangró, así que se limpia la sangre de la cara y dijo: ¡Oh, Señor, perdona a mis gentes, pues no saben lo que hacen! [8]

 6- El pudor:

El musulmán es casto y tiene pudor, y la modestia es una de las ramas de la fe, lo que motiva al musulmán a adoptar todo carácter virtuoso y le impide la indecencia y la obscenidad en el habla y en los hechos. El Profeta, -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, dijo: "El pudor solo trae el bien". [9]

 7- La benevolencia hacia los padres:

Honrar a los padres, tratarlos con amabilidad y bondad son algunos de los deberes básicos de la religión del Islam. Y Al-láh -enaltecido sea- ordenó tratarles con benevolencia en Su Libro, sobre todo cuando serán mayores, y afirmó la grandeza de su derecho. Dijo- glorificado sea: "Y Al-láh ha ordenado adorarlo solo a Él y tratar a los padres con amabilidad y respeto. Si uno de ellos, o ambos, alcanzan la vejez en tu presencia, no les digas ninguna palabra de reproche ni les faltes al respeto, y háblales con dulzura. Y trátalos con humildad, apiadándote de ellos, y suplica a Al-láh diciendo: «¡Señor!, sé misericordioso con ellos al igual que ellos lo fueron conmigo cuando me criaron de pequeño»." Corán (17: 23-24).

Y dice, glorificado sea: "Y ordenamos al hombre (tratar bien) a sus padres; su madre lo lleva en su vientre con cansancio y sufrimiento y lo amamanta durante dos años. (Le dijimos:)«Sé agradecido Conmigo y con tus padres; a Mí retornarás finalmente (el Día de la Resurrección)." Corán (31: 14).

Un hombre vino al Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y dijo: ¡Oh Mensajero de Al-láh! ¿Quién entre las garantías de la humanidad es la mejor compañía para mí? Él respondió: “Tu madre”. El hombre preguntó: ¿Luego quién? Y él respondió: “Tu madre”. El hombre le preguntó: ¿Y luego quién? Así que el Profeta respondió de nuevo: “Tu madre” El hombre le preguntó: ¿Luego quién? Así que él respondió: “Luego tu padre. [10]

Por lo tanto, el Islam obliga a un musulmán a obedecer a sus padres en todo lo que ellos manden, a menos que sea desobediencia a Al-láh ya que no hay obediencia a una criatura en desobediencia al Creador. Al-láh -enaltecido sea- dijo: "Si vuestros padres se esfuerzan por hacer que Me asociéis copartícipes no les obedezcáis, pues es sabido que carecen de fundamento válido, pero tratadles con respeto." Corán (31: 15). También es obligatorio para el musulmán honrarlos con palabras y hechos, con todo tipo de benevolencia que pueda, como alimentarlos, vestirlos, cuidándoles, estando enfermos, protegiéndoles de los daños, orando y pidiendo perdón por ellos, cumpliendo con las promesas que ellos hicieron y honrando a sus amigos.

 8- El buen carácter:

El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: “Los creyentes de fe más completa, son los que tienen los mejores modales”.

El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: “Ciertamente, los más queridos por Mí y los que estarán sentados más cerca de Mí el Día del Juicio, son aquellos que poseen mejor carácter". [11]

Al-láh ha descrito al Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, diciendo: "Y realmente posees un excelente carácter y una gran moral." Corán (68: 4). El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: "Fui enviado para cumplir con las mejores etiquetas de comportamiento [12]. Por lo tanto, es obligatorio que un musulmán sea de buen carácter con sus padres y les trate de la mejor manera, como mencionamos anteriormente, as+o como con buenos modales con sus hijos, educándolos, brindandóles las enseñanzas del Islam, alejadándoles de todo lo que los perjudica en este mundo y en el del Más allá y manteniéndoles materialmente con su dinero hasta que alcancen la edad de la autosuficiencia y la capacidad de ganar dinero por sí mismos. Asimismo, es de buen carácter con su esposa, hermanos, hermanas, parientes, vecinos y con toda la gente, ama para sus hermanos lo que ama para sí mismo. Y es misericordioso con sus vecinos, honra a los mayores, tiene misericordia con los menores, visita y consuela a los afligidos, de acuerdo con el dicho de Al-láh -enaltecido sea-: "Sed benevolentes con padres, parientes, con los huérfanos, pobres, vecinos parientes y no parientes y con los viajeros." Corán (4: 36). El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: «Quien crea en Al-láh y en el Último Día, que no cause daño a su vecino». [13]

 9- La lucha en el sendero de Al-láh, el apoyo de los oprimidos, hacer triunfar la Verdad y propagar la justicia:

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Y luchad por la causa de Al-láh contra los que os combaten, mas no traspaséis los límites (ni seáis los primeros en atacar). En verdad, Al-láh no ama a los transgresores." Corán (2: 190). Y dice Al-láh, glorificado y exaltado sea: "¿Y qué os impide luchar por la causa de Al-láh y por aquellos hombres, mujeres y niños débiles y oprimidos que suplican: «¡Señor, sácanos de esta ciudad de opresores e incrédulos y envíanos de Tu parte a quien nos proteja y auxilie!»." Corán (4: 75).

El objetivo de la lucha por el sendero de Al-láh es hacer triunfar la Verdad, difundir la justicia entre la gente, luchar contra los opresores quienes oprimen a los siervos de Al-láh y les impiden adorar a Al-láh y convertirse al Islam. Pero esta lucha no significa obligar a la gente a convertirse al Islam. Al-láh -enaltecido sea- dice en el Sagrado Corán: "No está permitido forzar a nadie a creer." Corán (2: 256).

En las batallas no está permitido para un musulmán agredi a mujeres, niños ni ancianos sino solo a los combatientes injustos.

Quien fallece al hacer triunfar la palabra de Al-láh se considera mártir y recibirá el grado elevado y la buena recompensa. Al-láh -enaltecido sea- dijo: "Y no creáis que quienes fueron matados luchando por la causa de Al-láh están muertos, pues están vivos y reciben provisión de su Señor (en el paraíso). Se deleitan en el favor que Al-láh les ha otorgado y se alegran por quienes han dejado atrás (y no han muerto todavía), porque no tendrán nada que temer ni se sentirán afligidos." Corán (3: 169-170).

 10- Las súplicas, los recordatorios y la recitación del Corán:

Cuanto más aumenta la fe del creyente, mayor será su conexión con Al-láh -enaltecido sea-, suplicándole a Él para satisfacer sus necesidades en este mundo, para perdonar sus pecados y sus malas obras y para elevar su rango en el Más Allá. De hecho Al-láh el tan Generoso quiere a quien Le invoca, por ello dice en el Sagrado Corán: "Y si Mis siervos te preguntan por Mí [¡Oh Muhámmad!, diles] ciertamente estoy cerca de ellos. Respondo la súplica de quien Me invoca." Corán (2: 186). Entonces Al-láh responde las súplicas de Su siervo si son beneficiosas para él, y le recompensa por haberle suplicado.

Asimismo uno de los atributos del creyente es el recuerdo frecuente de Al-láh -enaltecido sea- día y noche, en secreto y en público, glorificando a Al-láh con varios tipos de recuerdos, tales como decir: (Subhana Al-láh) Gloria a Al-láh, (Alhamdu lilah) las alabanzas a Al-láh, (La ilaha ila Al-láh) no hay divinidad fuera de Al-láh, y (Al-láhu Akbar) Al-láh es el Grandioso, y otras formas de recuerdos al decirlos se recibe una gran recompensa y una retribución enorme: El Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: "Los Mufarradun han ganado". Le preguntaron: "Mensajero de Al-láh, ¿quiénes son los Mufarradun?". Respondió: "Los hombres y mujeres que recuerdan frecuentemente a Al-láh" [14]. Y dice, glorificado sea: "¡Creyentes, glorificad mucho a Al-láh!, Y glorifíquenlo mañana y tarde." (Corán 30: 41-42). Y dijo también en el Corán: "Recuérdenme que Yo los recordaré; agradézcanme y no sean ingratos". Corán (2: 152). Entre las formas de recordar a Al-láh encontramos la recitación del Sagrado Corán; cada vez que se abunda la recitación y la meditación del Corán se eleva la situación del siervo ante Al-láh.

El Día de Resurrección, se dice al recitador del Sagrado Corán: "¡Recita como lo hacías en vida y eleva tu categoría. Pues, tu grado en el Jardín será de acuerdo con la último versículo que recites!’’ [15]

 11- Estudiar, enseñar y transmitir el conocimiento legal islámico a la gente:

El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: “¡A quien siga un camino en búsqueda del conocimiento islámico, Al-láh le facilitará el camino hacia el Paraíso. Y ciertamente, los ángeles bajan sus alas ante el buscador de conocimiento, en señal de complacencia por lo que hace) [16].

El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: "El mejor de ustedes es quien aprende el Corán y lo enseña." [17] El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: "Ciertamente los ángeles suplican {pidiendo la bendición} para quien enseña el bien a la gente" [18]. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: "Quien llame a seguir el camino recto tendrá la misma recompensa que los que lo sigan, sin que ello haga disminuir en nada las recompensas de ellos." [19]

Y dice, glorificado sea: "Y ¡¿quién hace mejor uso de la palabra que quien invita al camino de su Señor, obra rectamente y dice: «Yo soy de quienes se someten a Al-láh»?!" Corán (41: 33).

 12- Aceptar los mandamientos y juicios de Al-láh y de Su Mensajero:

No objetar ni rechazar una orden que Al-láh ha legislado, porque Al-láh -glorificado sea- es el más Sabio y el más Misericordioso. Nada se le oculta en la tierra ni en los cielos. Su juicio no se influye ni con las pasiones de la gente ni con los actos de los opresores. Con Su clemencia hacia Sus siervos les ha facilitado alcanzar el bien de esta vida mundana y del más allá, sin cargarles con más de sus capacidades. Por ello, la exigencia de servidumbre para Él es referirse a lo que ha legislado en cada asunto con un completo y sincero satisfacción y agrado.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Por tu Señor que no creerán de verdad hasta que acudan a ti para que dictamines sobre sus discrepancias y acepten tu decisión sin reticencia alguna y se sometan a ella." Corán (4: 65). Y dice, glorificado sea: !¿Acaso desean ser juzgados por la ley previa al islam? ¡Y quién es mejor juez que Al-láh para la gente de firme convicción!! Corán (5: 50).

 b- Las prohibiciones:

 1- La asociación o Shirk: (es decir dedicar cualquier tipo de adoración a alguien o algo fuera de Al-láh -enaltecido sea-):

Como por ejemplo la persona que se postra ante alguien que no es Al-láh, o le suplica a alguien fuera Al-láh y le pide que satisfaga sus necesidades, o sacrifica ofrendas a alguien fuera de Al-láh, u ofrece cualquier tipo de adoraciones a alguien que no sea Al-láh, ya sea esta persona adorada un ser vivo o muerto, una tumba, un ídolo, una piedra, un árbol, un ángel, un profeta, un piadoso o un animal, entre otros. Todo esto es politeísmo y asociación (Shirk) que Al-láh -enaltecido sea- no perdona al siervo a menos que se arrepienta y vuelva a entrar en el Islam.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Al-láh no perdona que se adoren a otros fuera de Él (a menos que se arrepientan y abandonen la idolatría), pero perdona cualquier otro pecado a quien quiere. Y quien adore a otros fuera de Al-láh estará cometiendo un gravísimo pecado." Corán (4: 48). Entonces el musulmán no adora, ni suplica, ni se somete sino a Al-láh -Enaltecido y Exaltado sea-. Al-láh dice en el Sagrado Corán: "Di: «Ciertamente, mis rezos, mis actos de adoración, mi vida y mi muerte pertenecen a Al-láh, Señor de toda la creación. Nadie tiene derecho a ser adorado excepto Él. Esto es lo que me ha sido ordenado, y yo soy el primero en someter mi voluntad a Él." Corán (6: 162-163).

Se considera Shirk (asociación) también: el hecho de creer que Al-láh tiene una esposa o un hijo- Enaltecido sea Al-láh de todo esto- o creer que hay otras deidades fuera de Al-láh que manejan este universo. "Si hubiese en los cielos y en la tierra otras divinidades además de Al-láh, habrían roto su orden y armonía. ¡glorificado sea Al-láh, el Señor del Trono! Él está muy por encima de lo que Le atribuyen." Corán (21: 22).


 2- La brujería, la adivinación y reclamar saber lo oculto:

La brujería y la adivinación son incredulidad, y uno no puede ser un mago a menos que esté conectado con los demonios y los adore en vez de Al-láh. Por lo tanto, no está permitido que un musulmán acuda a los magos y brujos, y no está permitido que créa en sus falsas afirmaciones de conocimiento de lo oculto, y en lo que cuentan de incidentes y noticias que, según afirman, ocurrirán en el futuro.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "Diles: «Nadie, ni en el cielo ni en la tierra, posee el conocimiento del gaib excepto Al-láh; y(quienes rechazan la verdad) no pueden intuir cuándo resucitarán»." Corán (27: 65). Y dice, glorificado sea: "Él es el único con conocimiento absoluto de lo oculto, y no desvela a nadie tal conocimiento. Salvo a quien Él haya escogido como mensajero (y le revele lo que quiera). Entonces hace que lo escolten (ángeles guardianes) por delante y por detrás (que lo protegen)." Corán (72: 26-27).

 3- La injusticia:

La injusticia es un tema amplio en el que entran muchas malas obras y cualidades desagradables que afectan al individuo. Incluye la opresión que el individuo se hace a sí mismo, a quienes lo rodean, en su sociedad e incluso la opresión de sus enemigos. El Todopoderoso dice: "Y que el rencor no os conduzca a obrar injustamente. Sed justos, porque de esta forma estaréis más cerca de ser piadosos." Corán (5: 8). Al-láh -enaltecido sea- nos ha informado que no ame a los injustos. El Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo que Al-láh -enaltecido sea- dijo: “Oh siervos míos, Me he prohibido a Mi mismo la injusticia y la He prohibido entre ustedes, así que no cometan injusticias uno en detrimento del otro”. [20] El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: “Ayuda a tu hermano siendo opresor u oprimido". Pero un hombre dijo al respecto: ‘Mensajero de Al-láh, le ayudaré si está oprimido, pero si es el opresor, ¿cómo le voy a ayudar?’ Él le respondió: ‘Le impides que lo sea y así le estás ayudando’”. [21]

 4- Matar a una persona inocente:

Éste es un crimen grave en la religión del Islam, y Al-láh advierte al asesino con un doloroso castigo que consiste en matar al asesino, a menos que sea perdonado por los tutores responsables del asesinado. Al-láh -enaltecido sea- dijo en el Sagrado Corán: "Por esta razón decretamos para los hijos de Israel que quien mata a una persona sin que esta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la tierra es como si matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como si salvase a toda la humanidad." Corán (5: 32). Y dice, glorificado sea: !Pero quien mate a un creyente de manera deliberada (y no se arrepienta) tendrá como retribución el infierno, donde permanecerá eternamente, y caerá sobre él la ira de Al-láh y será expulsado de Su misericordia; y Al-láh habrá preparado para él un terrible castigo." Corán (4: 93).

 5- La agresión de los bienes ajenos:

Ya sea mediante el robo, la usurpación, el soborno, el fraude u otros, Al-láh -enaltecido sea- dijo: "Al ladrón y a la ladrona, amputadles la mano en retribución por lo que han hecho y como castigo ejemplar de parte de Al-láh. Y Al-láh es Poderoso y Sabio." Corán (5: 38). Y dice, glorificado sea: "No devoréis vuestros bienes injustamente unos a otros." Corán (2: 188). Y dice, glorificado sea: "Quienes consuman injustamente los bienes de los huérfanos estarán consumiendo fuego (que arderá) en sus entrañas. Y (el Día de la Resurrección) arderán en un fuego abrasador." Corán (4: 10).

El Islam lucha severamente contra el ataque a los bienes ajenos, advierte contra esta mala conducta, e impone severos castigos al agresor para impedir a él y a sus semejantes violen el orden y la seguridad de la sociedad.

 6- El engaño y la traición:

En todas las transacciones como la compra y la venta, los contratos, etc., éstas son cualidades reprensibles que el Islam ha prohibido y advertido contra ellos.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "¡Ay de los tramposos! esos que cuando compran, exigen la medida y el peso exactos; pero cuando venden, dan una medida o un peso inferior al debido. ¿Acaso no saben que resucitarán en un día terrible? Ese día (el Día de la Resurrección) todos los hombres comparecerán ante el Señor de toda la creación." Corán (83: 1-5). El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: "Quien nos engaña, no pertenece a nuestra comunidad" [22]. Dijo Al-láh: "Al-láh no ama al traidor, pecador." Corán (4: 107).

 7- La agresión contra la gente:

Mediante insultos, maldiciones, murmuraciones, chismes, envidias, desconfianza, espías, burlas, etc. El Islam impulsa a establecer una sociedad limpia y pura donde dominan el amor, la fraternidad, la armonía y la cooperación, por lo que lucha intensamente contra todas las enfermedades sociales que conducen a la desintegración social y al surgimiento del rencor, el odio y el egoísmo entre sus integrantes.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "¡Oh, creyentes!, que no se burlen unos pueblos de otros, pues podría ser que estos últimos fueran mejores que aquellos. Y que no se burlen unas mujeres de otras, pues podría ser que estas últimas fueran mejores que aquellas. No os difaméis ni os insultéis con apodos. ¡Qué malo es hacer uso de apodos ofensivos después de haber abrazado la fe! Y quienes lo hagan y no se arrepientan, esos serán los injustos. ¡Oh, creyentes!, evitad al máximo las sospechas (sobre los demás) sin fundamento, pues algunas de esas sospechas pueden ser pecado. No os espiéis ni habléis mal de alguien a sus espaldas, pues sería como comer la carne de vuestro hermano muerto, ¿acaso no os repugnaría hacerlo? Y temed a Al-láh; en verdad, Al-láh acepta el arrepentimiento y es Misericordioso." Corán (49: 11-12).

Además, el Islam lucha estrictamente contra la discriminación racial y de clase entre los miembros de la sociedad. En Islam todos son iguales, no hay preferencia por un árabe sobre un no árabe, ni por un blanco sobre un negro, excepto por lo que uno de ellos sostiene en su corazón de religión y piedad. Todos compiten por igual en las buenas obras. Al-láh -enaltecido sea- dijo en el Sagrado Corán: "¡Oh, gentes!, os hemos creado a partir de un hombre y de una mujer, y os hemos constituido en pueblos y en tribus para que os relacionéis y os conozcáis unos a otros. Realmente, el mejor de vosotros ante Al-láh es el más piadoso. En verdad, Al-láh es Omnisciente y está bien informado de todo." Corán (49: 13).

 8- Los juegos de azar, las bebidas embriagantes y las drogas:

Al-láh -exaltado sea- dijo: "¡Oh, creyentes!, las bebidas alcohólicas, los juegos de azar, los altares donde se sacrifican ofrendas a falsas divinidades y vaticinar el futuro o la suerte mediante flechas (práctica que se hacía antes del islam) son una abominación y obra del Demonio; así que alejaos de todo ello para que podáis triunfar y prosperar. El Demonio quiere incitar entre vosotros la enemistad y el odio mediante las bebidas alcohólicas y los juegos de azar y quiere evitar que recordéis a Al-láh y que recéis; ¿no os alejaréis de ello, pues?" Corán (5: 90-91).

 9- Comer carroña, sangre y cerdo:

Y todas las cosas inmundas que son dañinas para el hombre, así como los sacrificios con que se acercan a alguien fuera de Al-láh. Al-láh -enaltecido sea- dijo: "¡Oh, creyentes!, comed de las cosas buenas que os hemos concedido y sed agradecidos con Al-láh, si en verdad lo adoráis (solo a Él). Ciertamente, (Al-láh) os ha prohibido la carne del animal hallado muerto, la sangre, la carne de cerdo y la carne del animal que haya sido sacrificado en nombre de otro que no sea Al-láh. Mas quien se vea obligado a ingerirlos por necesidad extrema, sin la intención de desobedecer ni de traspasar los límites, no comete ningún pecado. En verdad, Al-láh es Indulgente y Misericordioso." Corán (2: 172-173).

 10- El adulterio y la sodomía:

El adulterio es un acto vicioso que perjudica la moral y la sociedad y causa la mezcla de linajes, la pérdida de familias y la pérdida de una educación adecuada. Los hijos de adulterio sienten la amargura del crimen y el odio de la sociedad. Al-láh -enaltecido sea- dijo: "Y no os acerquéis (siquiera) a la fornicación, pues es una inmoralidad y un mal camino a seguir." Corán (17: 32).

Y es una causa de propagación de las enfermedades transmitidas sexualmente y que perjudican la sociedad; en este contexto el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: "Cuando la inmoralidad y la obscenidad se extiende en un pueblo convirtiéndose en un acto público, las plagas y las enfermedades que no estaban en sus antepasados se extendieron entre ellos" [23].

Por lo tanto, el Islam ordenó bloquear todos los caminos que conducían a él, por lo que ordenó a los musulmanes que bajaran la mirada ya que la mirada prohibida es el comienzo del camino hacia el adulterio, y ordenó a las mujeres que se cubrieran con el velo y que sean castas, para que la sociedad sea protegida de los vicios y de la inmoralidad. En contrapartida, el Islam invita al matrimonio considerándolo una buena obra con la cual se recibe una buena recompensa. A través del matrimonio se forman familias decentes y castas en la cual se educa el niño del hoy y el hombre del mañana.

 11- La usura:

La usura es una destrucción de la economía y es una explotación de la necesidad de dinero de los necesitados, ya sea un comerciante en su oficio o un pobre en sus necesidades. Consiste en prestar dinero durante un período determinado a cambio de un aumento determinado cuando se devuelve el dinero. El usurero aprovecha la necesidad de los pobres necesitados y les agota con las deudas acumuladas en exceso del capital.

El usurero se aprovecha de la necesidad material del comerciante, del fabricante, del agricultor u otros que son partes del ciclo económico.

Aprovecha su necesidad urgente de efectivo y les impone una parte extra de las ganancias en lo que les presta sin ser un socio en los riesgos de recesión y pérdida material.

Y si este comerciante fracasa y pierde su dinero, las deudas se acumulan sobre él y el usurero lo aplasta, mientras que si fueran socios en las ganancias y las pérdidas, el primero con su esfuerzo y el segundo con su dinero- como mandaba el Islam- el ciclo económico giraría continuamente en el interés de todos.

Al-láh -exaltado sea- dijo: "¡Oh, creyentes!, temed a Al-láh y renunciad a los intereses (que aún os deban por la usura), si realmente sois creyentes. Y si no lo hacéis, sabed que tenéis la guerra declarada por parte de Al-láh y de Su Mensajero; pero, si os arrepentís, podréis conservar vuestro dinero (sin los intereses). No seáis injustos y no seréis tratados con injusticia. Y si el deudor está pasando por una dificultad, concededle más tiempo hasta que pueda devolver la deuda. Mas sería mejor para vosotros, ¡si supierais!, perdonarle la deuda (como un acto de caridad)." Corán (2: 278-280).


 12- La tacañería:

Ésta es una prueba de egoísmo ya que el tacaño rechaza pagar la Zakat a los pobres y necesitados negando el principio de la colaboración y de fraternidad entre los miembros de la sociedad y desobedeciendo la orden de Al-láh y de Su mensajero. Al-láh -enaltecido sea- dice: "Y que no piensen quienes guardan con avaricia los favores que Al-láh les ha concedido (y no dan el azaque) que eso es lo mejor para ellos, pues (la avaricia) los perjudicará. Lo que codiciaron aparecerá atado a sus cuellos (como castigo) el Día de la Resurrección. Y a Al-láh pertenece la herencia de los cielos y de la tierra; y Al-láh está bien informado de lo que hacéis." Corán (3: 180).

 13- La mentira y el falso testimonio:

El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, dijo: “Mucho cuidado con mentir, porque la mentira lleva al mal comportamiento, y el mal comportamiento lleva al infierno, y mientras un hombre siga mintiendo y engañando con mentiras será escrito ante Al-láh como un mentiroso”.

Y entre las mentiras rechazadas encontramos el testimonio falso; el Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- ha insistido en su advertencia contra este tipo de mentiras y sus malas consecuencias, por ello levantaba su voz al dirigirse a sus compañeros diciéndoles: "¿Acaso queréis que os informe sobre los pecados mayores tan graves?: asociar a alguien o algo con Al-láh, el maltrato de los padres, y fue acostado y se sentaba diciendo: y la mentira y el testimonio falso." [24] Y seguía repitiendo la frase para advertir la nación contra estos vicios.

 14- La soberbia y la arrogancia:

La arrogancia y la soberbia son malas conductas odiadas y rechazadas en el Islam, y Al-láh -enaltecido sea- nos informa que no quiere a los soberbios, y describió la mala retribución de los soberbios en el Más Allá diciendo: "¿Acaso no es el Infierno la morada para los soberbios?" Corán (39: 60). El arrogante y el soberbio son odiados por Al-láh y por Sus criaturas.

 c- El arrepentimiento:

Cada musulmán debe tener cuidado de cometer estos pecados mayores y prohibiciones que hemos mencionado, ya que el día de Resurrección cada persona será juzgada por el bien si sus obras son buenas y por el mal si sus obras son malas.

Y cuando el musulmán comete un pecado, debería directamente arrepentirse, dirigirse a Al-láh y pedir perdón. Y si su arrepentimiento fue veraz debe abstenerse del pecado que cometió, sentir remordimiento de lo que hacía, y decidir no repetirlo otra vez. Y si fue injusto hacia alguien debería pedir perdón de él o devolverle su derecho; de este modo el arrepentimiento se considera veraz y Al-láh le perdonará y no le castigará por su pecado, puesto que quien se arrepienta de un pecado Al-láh lo perdonará.

Y debe pedir perdón de Al-láh, más bien cada musulmán debe pedir el perdón abundantemente por lo que hacía de pecados menores o mayores, Al-láh -enaltecido sea- dijo: "Y les dije: “Pedid perdón a vuestro Señor, Él es Sumamente Indulgente." Corán (71: 10). Pedir perdón con frecuencia y volverse a Al-láh es un atributo de los creyentes piadosos. Al-láh -enaltecido sea- dijo en el Corán: "Diles (¡oh, Muhámmad!) a Mis siervos que se han excedido pecando: «No desesperéis de la misericordia de Al-láh. Al-láh perdona todos los pecados (de quien se arrepiente con sinceridad). Realmente, Él es el Indulgente, el Misericordioso. Volveos hacia vuestro Señor en arrepentimiento y someteos totalmente a Su voluntad antes de que os sobrevenga el castigo y no seáis auxiliados." Corán (39: 53- 45).

 d- La preocupación de los musulmanes por la autenticidad de transmitir esta religión

Puesto que los dichos, actos y confirmaciones del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- son los que explican la palabra de Al-láh -enaltecido sea- mostrando las órdenes y las prohibiciones en Islam, los musulmanes se interesaron mucho por la veracidad de la transmisión de los hadices narrados por el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- e hicieron mucho esfuerzo para proteger estas narraciones de toda variación que no sea del dicho del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y establecieron unas normas severas que se debe seguir de una generación a otra.

Y vamos a hablar abreviadamente de esta ciencia (la ciencia del hadiz) para explicar al lector esta característica que diferenciaba la comunidad musulmana del resto de las comunidades, y cómo -a lo largo de la historia- Al-láh había facilitado la memorización y la protección de su religión lejos de las mentiras y mitos.

La transmisión de la palabra divina de Al-láh -enaltecido sea- y de su Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- se basó en dos asuntos principales que son:

La memorización de las personas y la escritura en los libros: por lo tanto los musulmanes del inicio del Islam fueron hábiles en la memorización precisa y en el buen entendimiento gracias a sus mentes puras y sus memorias fuertes, y esto se conoce mediante sus biografías y sus noticias ya que el compañero solía oír el hadiz desde la boca del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, lo memorizaba perfectamente luego lo transmitía a un tabií (seguidor) quien por su vez lo memorizaba y lo transmitía a otro. Y así la cadena de transmisión del hadiz llega al erudito del hadiz quien lo escribe, lo memoriza perfectamente, lo redacta en un libro y lo enseña a sus alumnos quienes también lo memorizan, lo escriben, y lo enseñan a sus alumnos hasta llegar a todas las generaciones posteriores.

Por ello no se acepta ningún hadiz profético sino después de saber la fiabilidad de su cadena de transmisión y los narradores que lo transmitieron.

Y de esta ciencia nació otra que destaca la nación musulmana: es la ciencia de los hombres o la de "Al Yarh wat-Ta'adil".

Esta ciencia se interesa por saber el carácter de los narradores que transmitieron los hadices proféticos; se interesa por sus biografías, sus vidas, sus maestros, sus alumnos y saber los eruditos que vivieron en sus épocas, de su grado de memorización, de su fiabilidad, veracidad, entre otros asuntos relacionados a los sabios del hadiz para asegurarse de la autenticidad del hadiz transmitido mediante esta cadena de narración.

Esta ciencia es característica propia esta nación musulmana y muestra el gran interés para asegurarse de la veracidad del hadiz atribuido al profeta. En toda la historia no se puede encontrar este gran esfuerzo y cuidado por un dicho de una persona como fue el caso del dicho del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-.

Es una ciencia importante redactada en los libros que se interesaron completamente por la narración del hadiz, mencionando las biografías detalladas de miles de narradores que fueron transmisores de los hadices del Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-. Por lo tanto, en esta ciencia no había cumplidos para nadie, sino que fue una crítica justa, objetiva y precisa clasificando lo veraz, lo mentiroso, aquel que memoriza poco, aquel que tiene buena memoria y estableciendo todas las normas conocidas en esta ciencia.

Y se considera un hadiz auténtico (Sahih) cuando la cadena de transmisión es contínua, y los narradores del hadiz son justos, fiables y memorizan perfectamente lo que escuchan.


 Otro asunto en la ciencia del hadiz:

Es la variedad de las cadenas de transmisión del mismo hadiz, ya que el hadiz narrado desde el Mensajero -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- puede ser transmitido mediante varios narradores, y así un solo hadiz puede tener una, dos, tres o cuatro cadenas de transmisión y a veces llega a diez cadenas o más.

Y cada vez que se varían las cadenas de transmisión, se incrementa el grado de la fiablidad y la autenticidad del hadiz. Entonces el hadiz que se narra por más de diez narradores fiables se llama hadiz "Mutawatir" que es el grado más auténtico de la transmisión entre los musulmanes, y cuanto más importante sea el tema tratado -como por ejemplo los pilares del Islam- encontramos más narraciones de hadices "Mutawatires" y se multiplican las cadenas de su transmisión, y cuando el tema es menos importante o pertenece a los ramos (temas secundarios) las cadenas de narración serán menos numerosas.

El gran interés por la narración se ve mediante la precisión en la transmisión del Sagrado Corán sea con su escritura en los libros, con su memorización en los pechos, con la perfección de su recitación o con la pronunciación perfecta de sus letras. Fue transmitido precisamente mediante las generaciones, por ello no ha recibido ninguna desviación ni cambio; el libro del Sagrado Corán que se recita en el oriente es igual que lo recitado en el occidente y en todos los rincones del mundo. Al-láh -enaltecido sea- dice: "Yo he revelado el Corán y Yo soy su custodio." Corán (15: 9).


 e- Luego:

Ésta es la religión del Islam, que declara la unicidad de Al-láh -enaltecido sea-, su lema es (no hay dios que merece ser adorado fuera de Al-láh) y ésta es la religión que Al-láh ha aceptado para sus siervos.

“Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión”. Corán (5: 3).

Ésta es la religión del Islam, que Al-láh no acepta otra religión fuera de ella. "Quien profese una religión diferente al Islam no le será aceptada, y en la otra vida se contará entre los perdedores." Corán (3: 85).

Esto es el Islam, quien cree en esta religión y obra lo bueno será de los que ganarán los jardines de las delicias. "Ciertamente, quienes hayan sido creyentes y hayan obrado con rectitud se hospedarán en los Jardines del Firdaus. Allí vivirán eternamente y nunca desearán abandonarlos por otro lugar." Corán (18: 107-108).

Ésta es la religión del Islam, no está restringida a una secta, y no es específica de una raza determinada sin otra. Más bien, quien creyó en ella y llamó a la gente a ella, será el más honorable y piadoso ante Al-láh el Enaltecido: "El mejor de ustedes ante Al-láh es el de más piedad." Corán (49: 13).

Tenemos que advertir al lector sobre asuntos importantes que impiden a las personas aceptar esta religión y les impiden entrar en ella:

Primero: la ignorancia de la religión del Islam; ignorar sus creencias, sus leyes y sus etiquetas. Y seguramente las personas no se sienten atraídos por lo que ignoran, y por lo tanto, aquellos que estén interesados por conocer la religión del Islam deben leer, luego leer, luego leer y también leer hasta que se familiaricen con esta religión a partir de sus fuentes originales, y que la lectura sea con un espíritu neutral y justo, que busque la verdad con una imparcialidad total y con total objetividad.

Segundo: El fanatismo religioso, de las costumbres y de las culturas sobre las que se cría el individuo sin pensar profunda ni cuidadosamente sobre la validez de la religión en la que fue educado, además del extremismo nacional que lleva a rechazar todas las religiones que no sean la religión de sus padres y abuelos. Entonces este fanatismo religioso le cierra los ojos, los oídos y le cierra la mente y así no puede pensar con libertad y objetividad y no puede diferenciar entre las tinieblas y la luz.

Tercero: Los caprichos, deseos y anhelos del alma mueven el pensamiento y la voluntad hacia dónde quieren y destruyen a la persona desde donde no siente y le impiden con fuerza aceptar la verdad y someterse a ella.

Cuarto: Hay unas faltas y desviaciones entre algunos musulmanes que se atribuyen falsamente a la religión del Islam, y el Islam es inocente de todo esto. Entonces se debe recordar siempre que la religión de Al-láh no es responsable de los errores humanos.

Ciertamente el camino más fácil para conocer la Verdad y la guía es que una persona se dirija con su corazón a Al-láh sinceramente arrepentido y en secreto, suplicándole, pidiéndole que lo guíe por el camino recto y la religión correcta que Al-láh ama y con la que se complace, y con esto el siervo alcanzará la buena vida y la felicidad eterna, después de lo cual nunca será desafortunado sabiendo que Al-láh responde al llamado del que llama si lo invoca. Al-láh -enaltecido sea- dijo en el Corán: "Y si Mis siervos preguntan por Mí, (diles que) estoy cerca de ellos. Respondo las súplicas de quienes Me invocan. Que Me obedezcan, pues, y que crean en Mí para que puedan estar bien guiados." Corán (2: 186).

Fin del libro. Las alabanzas son para Al-láh.




[1] Hadiz reportado por el Imam Ahmad (463/2) y su transmisión es auténtica como ha mencionado Ahmad Chaker en su revisión de la transmisión (92/19) (No dividen un dinar entre mis herederos. Lo que dejo después de la pensión alimenticia de mis esposas y de la provisión de mis trabajadores, será caridad).

[2] Reportado por Al Bujari (4/230)

[3] Hadiz reportado por Al Bujari (2/164), libro del Hayy, capítulo de "los méritos del peregrinaje aceptado".

[4] Reportado por Al Bujari (4777).

[5] El hipócrita es la persona que muestra ser musulmán pero en realidad y en su creencia no lo es.

[6] Hadiz reportado por Al Bujari: el libro de (la fe), capítulo de (los signos de hipocresía) (1/15).

[7] Hadiz reportado por Muslime (300/17) libro: "el paraíso", capítulo: "los atributos con los cuales se saben los moradores del paraíso".

[8] Hadiz reportado por Al Bujari: el libro de (Al Mortadín) capítulo (5) (20/9)

[9] Hadiz reportado por Al Bujari: el libro de (Al Adab), capítulo de (el pudor) (35/8).

[10] Hadiz reportado por Al Bujari: libro "Al Adab", capítulo: "Quién es, entre la humanidad, es la mejor compañía para mí" (2/8).

[11] Hadiz reportado por Al Bujari: libro "Al Manakib", capítulo: La descripción del profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- y mulism 230/4 con el término (Los mejores entre ustedes son los que poseen buenos modales).

[12] Hadiz reportado por el imam Ahmad en su "Al Musnad" (80/17), Ahmad Shaker dijo que su cadena de transmisión es auténtica, también fue reportado por Al Bujari en su "Adab", por Al Bayhaqui en "Chu'ab al iman", y por Al Hakim en su "Al Mustadrak".

[13] Hadiz reportado por Al Bujari: Libro "Al Adab", capítulo: "Quien crea en Al-láh y en el Último Día, que no cause daño a su vecino": (13/8).

[14] Hadiz reportado por Muslim: libro de: "el recordatorio y las súplicas (Adh-Dhikr wa Du'a)- capítulo: "Al Haz ala Dhikr" (4/17).

[15] Reportado por Abu Daúd (1464) y la expresión es suya, por At-Tirmidhi (2914), por An-Nasai en "As-Sunan Alkobra" (8056), y por Ahmad (6799).

[16] Hadiz reportado por At-Tirmidhi: las puertas del conocimiento, capítulo: los méritos de entender la adoración (153/4), por Abu Daúd: libro "el conocimiento", capítulo "llamamiento para pedir el conocimiento" (5857/4), por Ibn Mayah en su "introducción" (81/8) y fue autentificado por Al Albani en su (Sahih Al Yami') (302/5).

[17] Hadiz reportado por Al Bujari: libro "los méritos", capítulo: "El mejor de ustedes es quien aprende el Corán y lo enseña" (236/6).

[18] Hadiz reportado por At-Tirmidhi: libro del "conocimiento", capítulo: "lo que se narra acerca del privilegio del entendimiento por encima de la adoración" (50/5) en un contexto más detallado.

[19] Reportado por Muslim: libro del "conocimiento", capítulo: "Quien llama a una buena o mala tradición" (16/227).

[20] Reportado por Muslim: libro "Al Bir was-sila wal adab", capítulo: "la prohibición de la opresión" (132/16).

[21] Reportado por Al Bujari: libro "Al madhalem wal ghasb", capítulo "Ayuda a tu hermano siendo opresor u oprimido": (168/3).

[22] Hadiz reportado por Muslim: el libro de "la fe", el capítulo del dicho del profeta (Quien nos engaña no nos pertenece) (2/109).

[23] El hadiz es reportado por Ibn Mayah: libro (Al fitan= las tentaciones), capítulo: "Al uqubat= las sanciones" (1333/2) y Al Albani lo clasificó: bueno (Hasan) (Sahih ibn Mayah) (370/2).

[24] El hadiz está reportado por Al Bujari: libro "Ach-Chahadat= los testimonios", capítulo "lo que se narra sobre el falso testimonio" (225/3).