(1) 1. Recita (lo que se te revela, ¡oh, Muhammad!) comenzando por el nombre de tu Señor, que ha creado (todas las cosas).
(2) 2. Creó al hombre de un coágulo adherente[1166].
[1166] Ver la aleya 5 de la sura 22.
(3) 3. ¡Recita! Tu Señor es el más Noble y Generoso.
(4) 4. Él enseñó al hombre a escribir con el cálamo.
(5) 5. Y le enseñó lo que no sabía.
(6) 6. Ciertamente, el hombre se excede
(7) 7. cuando se ve autosuficiente (por las riquezas que posee).
(8) 8. Y a tu Señor deberá retornar.
(9) 9. ¿Acaso no ves a quien impide
(10) 10. rezar a un siervo (de Al-lah)?[1167]
[1167] Estas aleyas aluden a Abu Yahal, un acérrimo enemigo del Islam, que amenazó a Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— por rezar cerca de la Kaaba.
(11) 11. ¿Has reparado (¡oh, Abu Yahal!) en si (Muhammad) está en el buen camino
(12) 12. o si ordena la piedad?
(13) 13. ¿Has visto (¡oh, Muhammad!) cómo (quien te impide rezar) niega la verdad y se aleja de ella?
(14) 14. ¿Acaso no sabe que Al-lah lo observa?
(15) 15. Si no desiste (de su actitud) lo agarraremos por la frente (hasta hacerlo entrar en el fuego),
(16) 16. una frente mentirosa y pecadora[1168].
[1168] Llama la atención que esta aleya se refiera a la frente como mentirosa y pecadora en vez de describir al hombre con tales adjetivos. A mediados del siglo pasado se descubrió que la zona frontal del cerebro es la responsable de planear, motivar e iniciar un comportamiento concreto; en otras palabras, es responsable de mentir o de decir la verdad, así como de mostrar un comportamiento agresivo. Nuevamente, el Corán corrobora los conocimientos científicos actuales, los cuales no podían conocerse en tiempos del Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—.
(17) 17. ¡Que llame a los suyos (para que lo auxilien)!
(18) 18. Nosotros llamaremos a los ángeles guardianes del Infierno.
(19) 19. ¡No hagas caso (a quien te impide rezar, oh, Muhammad)! Póstrate (ante tu Señor) y acércate a Él[1169].
[1169] Ver la nota de la aleya 206 de la sura 7.