(1) 1. Todo lo que hay en los cielos y en la Tierra declara la trascendencia y la pureza de Al-lah de todo lo que no es propio de Él. Él es el poderoso a Quien nadie puede vencer, sabio en Su creación, decretos y leyes.
(2) 2. ¡Ustedes que tienen fe en Al-lah! ¿Por qué dicen: “hice tal cosa”, cuando en realidad no la han hecho? Como cuando una persona dice: “he dado una caridad a los pobres”, y en realidad no lo hizo.
(3) 3. Es lo más aborrecible ante Al-lah que digan lo que no hacen. Solo es apropiado que los creyentes sean sinceros con Al-lah, y que sus acciones sean consecuentes con sus afirmaciones.
(4) 4. Al-lah ama a los creyentes que luchan por Su causa en busca de Su complacencia, en filas uno junto al otro como si fueran una estructura sólida y compacta.
(5) 5. Después de que Al-lah se refirió a la lucha y elogió a los creyentes que luchan unidos por Su causa, Él hizo mención a la oposición que los pueblos de Moisés y Jesús mostraron hacia Sus mensajeros, como una advertencia para que los creyentes no se opongan a Su Profeta, y dijo: “Recuerda, Mensajero, cuando Moisés u dijo a su pueblo: ‘¡Pueblo mío! ¿Por qué me perjudican al oponerse a lo que les he ordenado cuando saben que soy el mensajero que Al-lah les ha enviado?’ Cuando se alejaron y se desviaron de la verdad que él les trajo, Al-lah hizo que sus corazones se alejaran de la verdad y la guía. Al-lah no guía a la verdad a las personas que se oponen a su obediencia”.
(6) 6. Recuerda, Mensajero, cuando Jesús, hijo de María u dijo: “¡Hijos de Israel! Yo soy el mensajero de Al-lah. Él me envió a ustedes para confirmar la Torá que fue revelada antes de mí. No soy nuevo entre los mensajeros. He venido a dar la buena noticia de un mensajero que vendrá después de mí, cuyo nombre es Ahmad”. Cuando Jesús trajo la evidencia que demostraba su veracidad, ellos dijeron: “Sin duda esto es magia, y nunca te seguiremos”.
(7) 7. No hay nadie más injusto que aquel que inventa mentiras acerca de Al-lah, atribuyéndole iguales que adora además de Él, cuando es llamado al Islam, la religión del monoteísmo puro de Al-lah. Al-lah no guía al pueblo que es injusto consigo mismo al cometer idolatría y pecados hacia lo que es recto y justo.
(8) 8. Estos desmentidores quieren extinguir la luz de Al-lah por medio de las declaraciones falsas y la tergiversación de la verdad que hacen. Al-lah perfeccionará Su luz, aunque les pese, haciendo triunfar Su religión en el este y el oeste de la Tierra y elevando Su palabra.
(9) 9. Al-lah es Quien envió a Su mensajero Mujámmad r con la religión del Islam, la religión de la guía y la dirección hacia el bien, la religión del conocimiento beneficioso y de la justicia, para que Él la haga prevalecer sobre todas las religiones, aunque a los idólatras les disguste que se establezca en la Tierra.
(10) 10. ¡Ustedes que tienen fe en Al-lah y que actúan conforme a lo que Él les ha ordenado! Les enseñaré y los guiaré hacia un negocio beneficioso, que los salvará de un doloroso castigo.
(11) 11. Este negocio beneficioso es que tengan fe en Al-lah y en Su mensajero, y que luchen por Su causa con sus riquezas y sus vidas en busca de Su complacencia. Esa acción es lo mejor para ustedes, si lo saben, así que apresúrense a cumplirla.
(12) 12. El beneficio de este negocio es que Al-lah perdonará sus pecados y los ingresará en jardines con palacios y árboles bajo los cuales fluyen ríos, y los hará habitar en agradables moradas en jardines donde permanecerán por toda la eternidad. Esa recompensa es el éxito supremo al que ningún otro éxito puede igualar.
(13) 13. Otro de los beneficios de este negocio es algo que aman, y que es inmediato en este mundo, y es que Al-lah los ayudará contra su enemigo, les dará una victoria inminente que es la liberación de La Meca. ¡Mensajero! Habla a los creyentes acerca de la victoria que les complacerá en este mundo y el Paraíso que recibirán en el Más Allá.
(14) 14. ¡Ustedes que tienen fe en Al-lah y que actúan conforme a lo que Él les ha ordenado! Apoyen la religión de Al-lah, la cual fue traída por Su mensajero, al igual que los discípulos prestaron su ayuda cuando Jesús u les dijo: “¿Quiénes serán mis ayudantes en la causa de Al-lah?” Ellos le respondieron de inmediato: “Nosotros somos los ayudantes de Al-lah”. Un grupo de los hijos de Israel creyó en Jesús u, pero otro grupo no creyó. Entonces, dimos Nuestro apoyo a aquellos que creían en Jesús contra aquellos que lo rechazaron, y fueron los vencedores.